La fiesta infantil de Santa Gertrudis fue ayer un éxito total de público, con cientos de niños que participaron en las diferentes actividades organizadas. | MARCELO SASTRE

La concentración de población infantil ayer en Santa Gertrudis fue ayer probablemente la mayor de la isla. Cientos de niños acudieron ayer a la fiesta infantil que el Ayuntamiento de Santa Eulària celebró con motivo de las fiestas del pueblo en la que se organizaron diferentes actividades dedicadas a los pequeños de la casa.

Desde primera hora de la mañana, los alumnos de sexto de Primaria del colegio de Santa Gertrudis montaron un mercadillo de segunda mano cuya recaudación servirá para ayudar a financiar el viaje de fin de curso que los niños harán a los Pirineos y Port Aventura. Pau y Miquel, de 11 años, estaban al frente del puesto de juguetes de segunda mano. «Es todo nuestro, juguetes de cuando éramos pequeños que ya no utilizamos», explicaban. Camiones a 5 euros, juegos a 2 euros y un sinfín de juguetes más, entre ellos una ballesta de madera o la espada preferida de Miquel que donó por la causa no sin cierta pena. Todo sea por subir en el Dragon Khan.

A media mañana, Aisha, encargada de l puesto de los libros de segunda mano, ya había vendido diez ejemplares, mientras que María, Inés, Amaya y María se dedicaban a la venta de ropa, zapatos y toda serie de cachivaches rescatados de sus casas.

Mientras tanto, los más pequeños se rendían a los encantos del payaso Cachirulo, que actuaba en la carpa municipal situada junto al parque infantil bajo la atenta mirada de los niños, muchos de ellos encaramados a los hombros de sus padres para no perder detalle de la actuación.

Otra de las grandes ‘triunfadoras’ de la jornada fue Yumey, una joven maquilladora que se dedicó a pintar la cara de la larga cola de público que reclamó sus servicios durante toda la mañana. La princesa Frozen sigue siendo indiscutiblemente la reina entre las niñas, que pedían un maquillaje para emular a su heroína. Entre los niños, los gustos están más encaminados a los superhéroes y a los animales.

Patricia y Ana, madres de Siria y Carla, esperaban pacientemente a que sus hijas acabaran de maquillarse mientras comentaban la gran cantidad de niños que había en el pueblo. «Santa Gertrudis es el meeting point de los papás, está lleno de niños y siempre que vienes ves a alguien», comentaba Patricia.

La fiesta infantil se alargó hasta el mediodía y se completó con diferentes talleres, animación musical y varios puestos de comida y bebida para saciar el hambre y la sed en una celebración donde los absolutos protagonistas fueron los niños.