Juli Fuster, director general del Servicio de Salud.

«El que quiere quedarse a vivir aquí y quiere sacarse una plaza creo que es justo que estudie porque el nivel que se pide es relativamente bajo y accesible para cualquiera que quiera hacerlo», explicó Juli Fuster, director general del IbSalut, en su visita a Ibiza. Lo hizo en referencia a la imposición del decreto del catalán que exigirá a los profesionales sanitarios tener el título B2 en caso de que quieran optar a una plaza fija. Una situación que ha provocado que muchos profesionales no vean con claridad su continuidad en las islas.

En este sentido y ante la «alarma» provocada, quiso explicar que «no va a haber fuga de médicos porque precisamente el decreto que se está tramitando permite muchas exenciones». Además, se mostró «tranquilo» y dijo que, en estos momentos, «podemos excepcionar cualquier categoría de facultativos deficitaria, pero otra cosa son las oposiciones». Así, aclaró que en las áreas en las que haya déficit de profesionales con catalán se permitirá que, quienes no dispongan del título, se presenten a las oposiciones «compitiendo en las mismas condiciones que aquellos que sí que lo tengan». Será a partir de ese momento cuando los sanitarios dispondrán de una moratoria de dos años para obtener el título que acredite su conocimiento del catalán.

«Lo que se persigue es asegurar que las personas se entiendan y el único mecanismo que tenemos para hacerlo es pedir una titulación», puntualizó. Fuster considera que es «lógico» que una persona que viva en las islas conozca su lengua y más en el ámbito sanitario donde «el hablar y el entenderse es una parte muy importante de la profesión». De esta manera dijo que hay personas que se expresan mejor en catalán que en castellano «y quieren hacerlo en catalán». Motivo por el que quiso recordar que los facultativos cuentan con diferentes cursos para hacerse con el título además de más convocatorias de examen. Como dato señaló que, en estos momentos, hay 1.500 inscritos en los cursos de catalán y se está facilitando que la gente vaya a clase en horario laboral. «El que no lo hace es tal vez el que no quiere o el que no quiere quedarse a vivir aquí». Y es que el director del IbSalut aseguró que se trata de un requisito aprobado hace año y medio en el Parlament que, además, «es un derecho de los ciudadanos».

Falta de sanitarios

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La realidad es que, en Ibiza, todavía hay especialidades que no han podido completar su plantilla, como es el caso de Radiología que, a día de hoy, solo cuenta con cuatro facultativos de las diez plazas disponibles que hay en el Hospital Can Misses; situación que Fuster dice que no solo ocurre en la isla, si no que se trata de un problema generalizado. «Que hay un déficit de profesionales en España es cierto, pero no solo aquí. Lo hay en Ibiza, en Madrid, en Guadalajara y en Sevilla», argumentó. En esta línea sentenció que «podemos traer a cualquier radiólogo de cualquier punto de España. Si no vienen no es por el tema del catalán ni por el problema de la vivienda».

LA NOTA

Un expediente cerrado y otro en investigación

El expediente abierto por los alimentos caducados encontrados en una inspección periódica en Can Misses sigue en fase de investigación. «Hay que dilucidar si realmente hubo productos caducados o si se habían congelado previamente en la fase normal de su conservación», explicó Carmen Santos, directora gerente del Área de Salud de Ibiza y Formentera. En cuanto a la presencia de moscas en los quirófanos, Santos dijo que el expediente ya está cerrado con su correspondiente sanción. «No era problema ni de la concesionaria ni del Hospital, si no un problema estructural que no se ha vuelto a repetir».