«Estaba en la cama y he escuchado un gran estruendo. Me he levantado corriendo porque pensaba que se había caído alguna parte de la casa y al salir he visto el coche volcado sobre el asfalto y tres jóvenes que lo estaban levantando». Así relataba ayer Dodi Santerre el accidente ocurrido a primera hora de la mañana a unos 100 metros de su casa.

El aparatoso siniestro ocurrió en torno a las 8.30 horas de la mañana a la altura del punto kilométrico 3,5 de la antigua carretera de Santa Eulària. El conductor de un coche Audi A3 perdía el control a la salida de una curva, golpeaba contra un montículo lateral y acababa atravesado y volcado sobre el asfalto.

El asfalto mojado por la lluvia caída a primera hora del día, unido a un exceso de velocidad y al desgaste del asfalto estarían detrás del violento accidente.

Según señalaron testigos presenciales, el conductor, que sufrió heridas leves, salió del coche con la ayuda de otros conductores que alzaron el vehículo par facilitar la salida del ocupante. Tras recorrer una decena de metros fuera de control, el coche había quedado con las cuatro ruedas hacía arriba.

Tras alertar del accidente, hasta el lugar del siniestro se desplazaron dos patrullas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, operarios de asistencia en carretera y un vehículo de Grúas Ibiza.

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Los agentes de la Guardia Civil controlaron la circulación en la zona, que fue cortada temporalmente para facilitar los trabajos de retirada del turismo que había quedado siniestro total por la violencia del primer impacto y el posterior vuelco.

Vía peligrosa

Los vecinos de la zona señalaron que accidentes como el de ayer no son extraños en este tramo de la carretera, una zona por «donde coches y motos transitan a altas velocidades sin tener en cuenta la gran cantidad de incorporaciones laterales y la ausencia de arcenes», apuntó Santerre, quien añadió que los vecinos comunicaron tiempo atrás la necesidad de tomar algunas medidas de seguridad.

«Cada cierto tiempo pasa un accidente similar y advertimos a las autoridades la situación de riesgo que hay en este tramo, pero nadie toma medidas», lamentó esta vecina de Santa Eulària.

En este sentido, reclamó la instalación de badenes reductores de velocidad, una medida que sí esta presente en otras zonas de esta carretera.

El pasado verano, el mismo punto de la carretera fue el escenario de un accidente similar. La conductora de un turismo perdió el control y acabó con el coche recostado por un lateral.