Peatones caminando por el carril bici y ciclistas circulando en medio del paseo. Esta imagen se repite constantemente en el recientemente reformado paseo de Vara de rey. Los pocos ciclistas que circulan correctamente por el carril bici deben abandonarlo muchas veces porque los peatones no han advertido que se trata de un carril exclusivo para las dos ruedas.

Los propietarios de los restaurantes y cafeterías del paseo se quejan de la mala señalización que hay del carril, solo indicado con una señal vertical a principio y a final de la calle y con un dibujo en el pavimento. Denuncian además que los ciclistas circulan a toda velocidad por la zona destinada a las terrazas, lo que ha provocado más de un susto, especialmente entre los padres que dejan a sus hijos jugar libremente por el paseo porque ya no circulan coches.

Esta no es la única deficiencia de señalización en el centro de Vila. A pocos metros, los peatones que cruzan Comte de Rosselló para ir de la Marina a Vara de Rey y viceversa se encuentran con que no existe un paso de peatones, necesario en una calle donde siguen circulando coches que se dirigen a Dalt Vila o la Marina.

La confusión del puerto

Pero donde la señalización es más caótica es, sin duda, la zona del puerto de Vila. La señal vertical que hay en la avenida de Santa Eulària no indica con exactitud qué vial han de tomar los vehículos para llegar a la zona portuaria.
Dentro de los muelles del puerto la cosa se complica todavía más. Junto a la caseta de acceso situada frente a la rotonda de los podencos hay tantas señales que indican diferentes barcos con destino a Formentera que es imposible asimilar toda la información sin parar el vehículo.

En el caso de la señalización de los ferris con dirección a la península la cosa se complica aún más. Especialmente para los turistas que visitan por primera vez la isla y que no saben que tienen que ir al muelle de es Botafoc para coger su barco. Solo una señal en el interior del puerto indica, para los que se han equivocado, la dirección correcta para dirigirse a los barcos que van a Barcelona, Valencia o Denia. Para más inri, los carteles se limitan a nombrar estas ciudades a través de las siglas BCN, VLC y DNA.

Con el objetivo de subsanar esta confusa señalización, el Ayuntamiento de Eivissa aprobó en el último pleno una moción presentada por el grupo Epic en la que, entre otros puntos, acordaba pedir a Autoritat Portuària de Balears (APB) que subsanara este galimatías de señales por otras más claras.

En esta moción también se planteaba la necesidad de revisar la señalización del municipio, ya que, según aseguró el concejal de Epic Antonio Villalonga, existían varias señales en mal estado, entre otras zonas, en la avenida de España. De hecho, junto a la sede del Consell d’Eivissa hay algunas señales difuminadas por la gran cantidad de pegatinas que las han tapado.

Es curioso además el caso de una señal de prohibido parar y estacionar en la avenida de España que está colocada en el sentido contrario de la circulación.

También es contradictoria la señal ubicada en una rotonda de acceso a la ciudad que invita a los conductores a tomar la avenida de Ignasi Wallis para llegar a Dalt Vila cuando, tras el cambio de sentido que se realizó en esta vía el año pasado y la peatonalización del centro, la entrada al casco histórico se realiza ahora por la avenida de Santa Eulària.

Desde el equipo de gobierno del Ayuntamiento, la concejal de Vías Públicas insistió en el pleno que los servicios técnicos municipales y la Policía Local revisan regularmente la señalización de la ciudad pero aceptó la propuesta de volver a supervisar aquellas señales del municipio que estén en mal estado o sean incorrectas.