El empresario Francisco Vilás emitió ayer una nota de prensa para poner en duda la capacidad de la depuradora de Ibiza para asumir las aguas residuales del «macrocomplejo de turismo sanitario que pretende construirse en Jesús y que tiene un sinfín de cabos sueltos que hacen inviable su construcción dentro de la legalidad y del respeto al medio ambiente». En esta misma línea, Vilás señala que el promotor de este proyecto «no ha tenido en cuenta la evacuación de aguas sucias que generaría el macrocomplejo» y señala que la cantidad «universalmente estipulada de aguas residuales en un hospital es del 80% del volumen total de agua consumida. En concreto, para este caso y según las cantidades estimadas por un informe técnico pericial elaborado en 2013 estas medidas serían de 61.328 metros cúbicos al año. Una cantidad inasumible para la actual depuradora de Ibiza que ya presenta una depuración deficiente, sobre todo en los meses de verano donde se sobrepasa el caudal máximo que puede admitir».