La justicia británica ha condenado a seis años de prisión a un joven de 22 años que fue cazado cuando transportaba 67.000 pastillas de éxtasis desde Ibiza a Inglaterra.

Según recogía ayer el periódico británico Devon Live, Jools Riding, de 22 años, fue detenido con MDMA por un valor potencial de más de 400.000 libras (450.000 euros) en un automóvil con el que llegaba a Plymouth (ciudad del condado de Devon) en un servicio de Brittany Ferries desde España.

La partida de droga iba escondida en el interior de una maleta que llevaba como parte de su equipaje.

Según el relato de los hechos del juzgado de Plymouth, el joven Riding había pasado el verano vendiendo pastillas en la isla de Ibiza y le pagaron 10.000 libras (11.200 euros) para llevar las tabletas de regreso al Reino Unido, pero fue arrestado en Millbay Docks.

En la inspección, los oficiales de aduanas encontraron 67.000 tabletas de éxtasis divididas en 67 paquetes dentro de una caja plateada. Sobre su condena de seis años y ocho meses, el juez del caso aseguró que lo sentía mucho por los padres y la hermana del acusado «que proviene de un hogar amoroso y seguro».

El juicio a este joven se celebró el lunes y durante la vista se apuntó que el acusado es adicto a la cocaína y al éxtasis.

La detención con la partida de drogas fue el punto final a un verano en Ibiza en el que el joven habría estado traficando con pastillas en discotecas y zonas de ocio de la isla. Según apunta el digital británico, Riding, graduado en finanzas y contabilidad, fue detenido el pasado mes después de un año sabático en la isla.

Según las autoridades británicas, el acusado es un «traficante amateur». En este sentido, advirtieron que la partida de 67 tabletas de MDMA estaba muy mal escondida y se localizaba con una inspección superficial.

Ante la sala, el joven argumentó que en Ibiza trabajó como chófer de un taxi pirata, y que aceptó la propuesta de trasladar las drogas debido a las deudas acumuladas por su adicción a la cocaína y el éxtasis.