El pabellón de Ibiza en Fitur fue ayer el escenario de presentación del proyecto de construcción de la Escuela de Hostelería de Ibiza que empezará a construirse en los próximos meses en el campus de sa Coma y que tiene como objetivo ser «un centro de alto rendimiento gastronómico referente a Europa», en palabras del presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Torres.

El proyecto costará 9 millones de euros, financiados en un 50% con fondos de la ecotasa, y un plazo de ejecución de las obras de unos 18 meses que empezarán, según el presidente, antes de que acabe este año con el propósito de que, en 2020, reciba a los primeros alumnos. La escuela dispondrá de unas instalaciones de 4.500 metros cuadrados que contarán con una cocina de 840 metros cuadrados y tres pistas con capacidad para 26 puestos de cocina, horno de pan, obrador y cámaras para carne, pescado y platos fríos. «Triplicará la superficie de la antigua cocina militar que daba de comer a unas 1.500 personas», subrayó el presidente.

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Además, tendrá cinco aulas con capacidad para 30 alumnos cada una, dos aulas de informática, un aula de estudio o un aula de cocina para demostraciones de 200 metros cuadrados. También contará con un aula-bar, un taller-bar, un taller restaurante y una sala de catas, así como zonas administrativas destinadas a despachos para profesores y diferentes espacios comunes.

La vicepresidenta y consellera de Turisme del Govern, Bel Busquets, destacó lo «contradictorio» que puede parecer presentar en una feria de turismo como Fitur un proyecto financiado por un impuesto que grava el turismo. Sin embargo, Busquets destacó la necesidad de explicar a los turistas en qué se invierte este impuesto que, según dijo, en el caso de la Escuela de Hostelería «nos permitirá mejorar la formación de los jóvenes y mejorar nuestra oferta turística».