Rafa Ruiz y Vicent Torres en la presentación del Ibiza Gay Pride.

Si en Fitur dieran premios a la mejor promoción turística, posiblemente uno de los galardones iría a parar a la delegación de Andalucía, que consiguió que una gran mayoría de los asistentes a la feria de turismo llevara su acreditación al cuello con una cinta promocional de la comunidad presidida por Susana Díaz. Sus amigos socialistas baleares no tuvieron, en cambio, la misma vista para trasladar su mensaje a pesar de que buena parte de las intervenciones de los dirigentes de las diferentes administraciones estaban trufadas de mensajes políticos que, con la ecotasa como protagonista, poco tenían que ver con el turismo y la promoción turística de nuestras islas, y mucho con las elecciones locales que se celebrarán en apenas un año y medio. Unos mensajes dirigidos claramente al entregado público local compuesto principalmente por una abultada comitiva de políticos. Las mismas caras, de socialistas y populares, que llenaban incondicionalmente las sillas de la agotadora agenda programada para estos días de feria y que igual asistían a un acto en favor de la posidonia pitiusa como aplaudían la presentación de la futura Escuela de Hostelería. Una promoción turística ‘interna’ en clave política que, salvo contados actos, eran de consumo local y que poco recorrido parece tener para conseguir el verdadero objetivo de una feria de estas características. Menos mal que llegaron los organizadores del Ibiza Gay Pride y dieron un poco de color a un estresante día repleto de actos a los que hay que ir entrenado. Solo las plumas y el buen rollo de las drag-queensconsiguieron que políticos y periodistas sin excepciones se pusieran a bailar al ritmo de la música y dejaran por un momento sus obligaciones de un día de feria. Los mismos que coronaron públicamente y sin ambages a Rafa Ruiz como el alcalde más guapo de España.