El Ayuntamiento de Santa Eulària abrió el pasado verano un expediente urbanístico a la propiedad del polvorín y suspendió un encuentro de chamanes que se llevó a cabo en el antiguo recinto militar.

La Asociación de Vecinos de Santa Gertrudis mostró ayer su rechazo al proyecto para convertir el antiguo polvorín en un alojamiento turístico.

Según indicaron en un comunicado de prensa, la asociación vecinal presentará alegaciones contra este proyecto al considerar que es «perjudicial para el pueblo y sus habitantes». «El lugar donde se quiere instalar es suelo rústico forestal y las actividades previstas no son las permitidas en un suelo de esta naturaleza», indican en el comunicado.

Desde la Asociación de Vecinos de Santa Gertrudis recordaron que no se trata de un hotel rural o de un agroturismo «sino de una actividad ‘turístico-cultural, categoría desconocida por la normativa turística, que contempla todo un conjunto de actividades: gimnasio, sala de conferencias, una gran piscina, restaurante, que son más propias de una instalación en suelo urbano que en suelo rústico forestal».

Además, temen que su ejecución suponga «un grave perjuicio» para el entorno además de «un gran consumo de agua» en una zona donde los recursos hídricos son «escasos, y muchos de pozos de casas de la zona ya sufren esta disminución de los caudales hídricos, principalmente en verano». Indican, también, que se incrementaría el riesgo de incendios y precisan que los viales de acceso no son los requeridos para una instalación de este tipo, «lo que provocaría graves molestias a los vecinos».

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Temor a la celebración de fiestas y al ruido en el vecindario

Desde la Asociación de Vecinos de Santa Gertrudis temen que se aproveche esta reconversión en un recinto turístico para organizar fiestas y otras actividades que supongan «ruidos y otras molestias en una zona que hasta ahora ha sido siempre tranquila». Y es que los vecinos no se fían «dado los desagradables precedentes que ya se han sufrido desde que Es Polvorí es titularidad de Ideas de Ibiza SL».

Por último señalan que la actuación prevista «no se ajusta a la legalidad porque va en contra de las normativas turística y urbanística, y del vigente PTI de Ibiza y Formentera». En este sentido, recuerdan que la normativa turística «no prevé este tipo de instalación en suelo rústico y la normativa urbanística no contempla un cambio de uso a turístico en suelo forestal».

Además, los vecinos insisten en que «en ningún caso podría obtenerse un interés general por parte de una actividad privada, con ánimo de lucro, que no daría ningún servicio a los vecinos, sino que les causaría importantes molestias, y que perjudicaría el entorno».

El Consell d’Eivissa también ha mostrado su rechazo al proyecto a través de unos informes técnicos que se han remitido al Govern balear.