Los grandes bloques ideológicos se reequilibran en el Parlament de cara a los comicios autonómicos de 2019. Estas diferencias ajustadas del último tramo de legislatura las perfila y detecta la encuesta electoral realizada en exclusiva para Periódico de Ibiza y Formentera por el Instituto Balear de Estadios Sociales.

El nuevo escenario político de Balears que dibuja el sondeo deja abiertas las posibilidades a alianzas de tres y cuatro formaciones, pero siempre con ajustadas mayorías. Todo ello es posible por el cambio que supone el extraordinario crecimiento de Ciudadanos, el partido de Albert Rivera, que extiende hasta las Islas su conquista del espacio del centro derecha. Esta circunstancia supone que C?s triplicaría en la actualidad el número de escaños de que dispone en la Cámara balear, y alcanzaría los seis o incluso siete diputados.

En Ibiza, la fuerza más votada seguiría siendo el Partido Popular con el 29 % de los votos, cuatro puntos menos que en las elecciones de 2015 aunque conservaría los cinco diputados que ahora tiene en el Parlament. El PSOE continuaría como segunda fuerza y con el mismo número de escaños, cuatro, pero muy cerca del PP en cuanto a porcentaje de votos, con el 28 %, cuatro puntos porcentuales más que en los últimos comicios.

El auge generalizado de Ciudadanos en el archipiélago también se vería reflejado en Ibiza, donde conseguiría un diputado gracias al 10 % de los votos y que iría en detrimento de los resultados de Podemos, que continuaría como tercera fuerza en Ibiza con el 14 % pero con sólo dos diputados.

En cuanto a la menor de las Pitiusas, la coalición Gent per Formentera y PSOE se llevaría el único diputado autonómico en liza pero con diez puntos porcentuales menos de los votos que en las elecciones de 2015. El PP de Formentera sumaría el 22 % de los votos (cinco puntos menos que en las elecciones) y Ciudadanos, que no tiene ningún tipo de infraestructura política en la isla, conseguiría el 9 % de los sufragios.

El extraordinario crecimiento de Ciudadanos le situaría como tercera fuerza política de Balears, tras el PP y el PSIB y, además, con representación en todas las circunscripciones.

El avance de Ciudadanos tiene un coste evidente en su principal competidor por el espacio electoral e ideológico del centro derecha, el Partido Popular. Todo indica que los conservadores verán muy debilitada su posición casi hegemónica por la fuerza de C?s, que en la práctica bloquea cualquier opción de crecimiento para el PP que lidera Biel Company. De hecho, no incrementaría la herencia de José Ramón Bauzá tras la debacle de 2015, al pasar de 35 a 20 escaños.

Se da la circunstancia de que la nueva recomposición del Parlament permite conformar una mayoría alternativa al Pacte de izquierda, toda vez que la suma del PP, Ciudadanos y Proposta per les Illes (PI) podría alcanzar la mayoría parlamentaria necesaria para conformar un nuevo Govern.

Esta opción se refuerza con el repunte del PI de Jaume Font, que aumentaría de tres a cuatro diputados su representación en el Parlament, todos ellos por la circunscripción de Mallorca.

El Pacte se resiente

Si en el espectro ideológico del centro derecha el sondeo del IBES adivina cambios importantes, éstos también alcanzan a la izquierda y, en especial, a dos de los socios que integran el Pacte: Més y Podemos.

Las diferentes crisis protagonizadas por Més durante la legislatura están acabando por pasar factura a las expectativas electorales de los econacionalistas, que perderían hasta tres escaños en los comicios del próximo año, según la consulta del IBES.

El principal castigo electoral a Més se centra en la circunscripción de Mallorca, donde se deja en la cuneta dos de los seis diputados que obtuvo en 2015.

Al previsible retroceso de Més se suma el que también augura el IBES para Podemos. El partido de Pablo Iglesias acusa su crisis interna en las urnas, toda vez que la formación que ahora lidera Mae de la Concha en Balears pasaría a tener siete diputados en el Parlament, tres menos que en la actualidad. Este retroceso significaría perder la tercera posición como la opción preferida del electorado.

Esta circunstancia tiene un efecto trascendental, ya que pone en cuestión la continuidad del bloque del Pacte, entre otras razones por el estancamiento de las opciones electorales del PSIB, que no lograría rentabilizar lo suficiente el liderazgo de Francina Armengol.

De hecho, el PSIB conservaría sus actuales catorce diputados, con posibilidad de ampliar el grupo con uno más. A la vista de la distribución del futuro Parlament, el PSIB tendrá dificultades para reeditar el Pacte con mayoría, una tarea complicada pero no imposible.