La polémica sobre el cobro de dietas por parte de los concejales con dedicación exclusiva del equipo de gobierno de Vila hizo saltar chispas en el debate de ayer en el programa Bona nit Pitiüses de la TEF. El representante del PSOE, Vicent Torres Benet, acusó al PP de realizar «una demagogia espantosa» con este asunto, mientras que Javier Marí, del Partido Popular, le respondió que «la demagogia empieza cuando firmas un decálogo y no lo cumples», en relación a que uno de los puntos firmados por los concejales socialistas y de Guanyem a la hora de formar gobierno fue que los regidores con dedicación exclusiva no cobrarían dietas.

En este sentido, Gian di Terlizzi, de Podemos, señaló que el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, y el teniente de alcalde Joan Ribas, cobran dietas por asistir a las reuniones de la APB y de la Mancomunidad Insular del Matadero, pero que después las donan a entidades sin ánimo de lucro. No obstante, Javier Marí insistió que el cobro de estas dietas «no es obligatorio porque las dietas se han de pedir».

Di Terlizzi, además, denunció la «gran hipocresía de algunos concejales del Partido Popular de Vila que sólo van a la comisión, que a veces son 15 minutos, y luego no van al pleno y cobran la dieta entera, que son 855 euros cada mes. ¡Dais vergüenza!». Un hecho que negó Javier Marí: «Eso es mentira. La oposición cobra básicamente dietas por asistencia y a veces no se puede asistir por motivos de trabajo. Te aseguro que ninguno del PP no va al pleno para cobrar las dietas y quedarse en su casa».

Otro de los asuntos tratados ayer en el programa Bona nit Pitiüses fue el calendario de movilizaciones que los sindicatos sanitarios programan para protestar por el decreto sobre el catalán que prepara el Govern. «El decreto ha sido congelado y la solución está en llegar a un consenso con los profesionales sanitarios tanto en el nivel de catalán a exigir como el tiempo necesario para su aplicación. Con esto evitaremos el conflicto social y laboral», señaló Di Terlizzi.

El coordinador de Ciudadanos, José Luis Rodríguez, por su parte, aseguró que el decreto «es una medida nefasta; si el decreto está congelado es porque pensaban que se estaban equivocando».

Por su parte, Javier Marí apostó «por tener los mejores médicos y el catalán no tiene que ser un requisito sino un mérito», mientras que el socialista Vicent Benet aseguró que «la lengua es riqueza y hay que incentivar su conservación».