La manifestación de ayer en el Parc de la Pau. | MOHAMED CHENDRI

Ibiza dijo presente en la serie de manifestaciones convocadas para el día de ayer a nivel nacional para reclamar las precarias que soporta un gran sector de la población a nivel laboral, sanitario, educativo y en el ámbito de la vivienda. Con este fin se congregaron ayer en el Parc de la Pau 14 colectivos y unas 250 personas. Rafa Sánchez, uno de los portavoces de la iniciativa, en este caso como representante de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública de las Islas Baleares señaló que «Ibiza es una de las que más sabe de precariedad, no sólo nos afecta los mismos problemas que al resto del país sino que a eso se le suman el tema de la vivienda y la insularidad. Ibiza es de las que más está sufriendo en España el tema de la precariedad.

‘No más precariedad’ se define como una organización apolítica en la que tampoco existen banderas sindicales que augura que «vamos a estar respaldando, reclamando y denunciando no solo que los pensionistas no pierdan su poder adquisitivo sino también todos los demás artículos de la constitución española que no se están cumpliendo», aventuró Sánchez. Por otra parte, Milagros Carreño, portavoz de Las kellys, apuntó que «es imposible que una mujer con este trabajo llegue a los 67 años trabajando, es muy duro y muy malo». A su vez, María Gotrina, es sanitaria y sentencia: «no estoy en contra del catalán, estoy en contra del decreto, hay un montón de cosas que arreglar en la sanidad, además del tema de la vivienda, antes que eso. Los políticos no pueden decir que en Ibiza no podemos tener ciertos servicios porque no son rentables, para mí poder salvar la vida de una persona siempre sale rentable».

La manifestación fue un gran conglomerado de testimonios de las más diversas realidades. Isabel Jiménez, trabaja en una empresa de limpieza de aviones en el aeropuerto de Ibiza, comentó a Periódico de Ibiza y Formentera que se encontraba en la marcha más por solidaridad con compañeras que no tienen la misma suerte que ella y recordó uno de los colectivos que quizás más sufren la precariedad laboral: los fijos discontinuos. «Muchas compañeras tienen en temporada contrato a media jornada y cuando se les termina el contrato la ayuda no es de 400 € como dicen sino de 200€ con suerte», apuntó.

Hace unas semanas el propietario de la casa que Berta lleva alquilando los últimos 21 años y en la que viven también su hija y su nieta, todas ellas con algún grado de discapacidad, les informó que debían abandonar la propiedad el mes próximo. «No voy a desalojarlo porque no hay posibilidad de encontrar una vivienda. El gobierno tiene todos los derechos y los ciudadanos ninguno, nos lo quitan todo». ‘No más precariedad’ ha convocado una nueva asamblea para el viernes 16 de febrero a las 18.00 horas en Districte Hipérbole .