Parte de la bancada del Grupo Popular. | Irene Arango

El equipo de gobierno municipal de Vila tuvo que responder en el pleno de ayer a las críticas del PP por el retraso en el proyecto de Mercat Nou, cuya demolición y posterior reforma se llevará a cabo después del verano de 2019, un año después de que acabe la actual concesión.

La concejala de Comercio, Gloria Corral, explicó que en el anteproyecto de reforma se han introducido las modificaciones propuestas por los paradistas aunque no dio fechas para el traslado de las paradas al mercado provisional durante los 18 meses en los que está previsto que se desarrollen las obras ni datos acerca de su probable ubicación.

Corral explicó que, en el nuevo mercado, el precio medio de los puestos será de entre 20 a 22 euros el metro cuadrado al mes, gastos de mantenimiento aparte. Además, las paradas serán más grandes, ya que las más pequeñas tendrán 10 metros cuadrados cuando las actuales cuentan con unos 6 metros.

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Una muerte anunciada

La portavoz popular, Virginia Marí, criticó que el actual equipo de gobierno «no haya hecho nada» y auguró que se asistirá a la «muerte anunciada del único mercado municipal de Ibiza». «En dos años y ocho meses de legislatura no tenemos ni anteproyecto ni estudio financiero. Los paradistas están muy nerviosos porque no saben qué pasará. Acabará la legislatura y todo estará igual», añadió.

La responsable municipal de Comercio también se refirió a las críticas de los propietarios de los bares y comercios del Mercat Nou por no contar con un sitio en el mercado provisional. «El Ayuntamiento solo tiene la obligación de mantener los puestos de alimentación, los bares no son primordiales aunque ya les hemos dicho que lo estudiaremos caso por caso», añadió.