Una treintena de estudiantes conocieron en primera persona cómo se imparte Justicia

Tras una explicación introductoria, los jóvenes tuvieron un primer contacto real con una vista oral. Uno de los acusados era un joven que debía responder por un quebrantamiento de condena ya que sólo había realizado 12 de las 100 horas de trabajo en beneficio de la comunidad a las que en su día fue condenado por un delito de apropiación indebida.

Aquí surgieron las primeras preguntas después de que el joven aceptase un acuerdo de conformidad por el que fue condenado a una multa de 2.160 euros. El representante fiscal explicó que al reconocer los hechos y no haber agravantes, la petición inicial de 20 meses de multa se redujo a 12 meses. Entre las asistentes se encontraban Inés Alba y Paula Machado, futuras estudiantes de derecho que se interesaron por saber la diferencia entre apropiación indebida, hurto o robo. La juez Clara Ramírez de Arellano explicó a la sala que el chico fue condenado en un primer momento por no devolver un ciclomotor que había alquilado. Además, puntualizó que el joven fue juzgado por la vía penal porque a pesar de que los hechos ocurrieron cuando era menor de edad, cuando dejó de realizar los trabajos en la biblioteca de Santa Eulària ya era mayor de edad. Anteriormente a estas explicaciones el acusado había reconocido los hechos y la juez dictado la sentencia in voce. Preguntada por uno de los estudiantes la magistrada puntualizó que si el joven no paga la multa sí que entrará en prisión. Posteriormente, asistieron a dos juicios por delitos de tráfico y un caso laboral.

«Educar en Justicia», dirigido al alumnado de Bachiller, centros de Educación de Personas Adultas y Ciclos Formativos de Balears, es un programa impulsado por el Consejo General del Poder Judicial y tiene como objetivo dar a conocer cómo funciona la Justicia.