Después de muchas idas y venidas, de alguna polémica, de exposiciones en Sa Nostra Sala y sobre todo, después de cuatro años de trabajo, por fin la iglesia de la Mare de Déu de Jesús vuelve a presumir de retablo. Y con ella toda Ibiza. Y es que esta pieza gótica creada por los valencianos Rodrigo y Francisco de Osona a finales del siglo XV y principios del XVI, y considerada la obra de arte más extraordinaria de las que hay en nuestras iglesias y una de las más bellas de la iconografía medieval en España, luce espectacular tras los trabajos de restauración.

Es el fruto de un arduo proceso y de una inversión de 603.200 euros, de los que el Consell d’Eivissa ha aportado 352.000 y el resto el Obispado de Ibiza y el Ayuntamiento de Santa Eulària. Tal vez por ello, ayer el conseller de Patrimoni, Cultura, Esports y Joventut, David Ribas, estaba exultante a la entrada del templo. Tras dar las gracias a todos los agentes involucrados, incluyendo a los obreros de la parroquia, los arquitectos, los maestros de obra, los restauradores o los arqueólogos, aseguró que esta restauración «ha sido la más complicada de las que se han hecho en Ibiza por parte de alguna administración pública en los últimos años».

No le falta razón. Los trabajos se iniciaron en 2014 de manera urgente al ver el estado de la obra a causa de la humedad y la temperatura de la nave donde estaba situada después de una reforma realizada en los años 90 del siglo XX. Se encargaron a la empresa Mitra Restaura SL quienes, desde 2015, han dividido el proceso en cuatro partes bajo las directrices del Instituto del Patrimonio Cultural de España.

El trabajo dividido en cuatro fases

En la primera se hizo un trabajo de documentación gráfica y se elaboró un mapa de daños «para reflejar las alteraciones sufridas por el retablo». Después se procedió a una consolidación preliminar y al complicado desmontaje y embalaje de las tablas del conjunto, intentando que sufrieran los mínimos daños posibles.

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La segunda fase comenzó con su traslado a la zona de trabajo donde comenzó la tercera. En ella se llevó a cabo la limpieza superficial de la parte delantera y trasera de cada pieza, la revisión de los colores de las tablas, la consolidación de los soportes de madera que conforman las pinturas, la eliminación de los tornillos oxidados por la humedad y la reposición de los fragmentos de moldura desprendidos. Finalmente, durante seis semanas las hermanas Viviana y Nadir López y Esperanza Madrazo, todas de Mitra Restaura, han trabajado en el salón parroquial de la iglesia en el limpiado del barniz, en el tratamiento de los dibujos, en la reintegración cromática con materiales estables y reversibles, y en la fijación de la policromía y el estucado siguiendo el criterio de mínima intervención y respetando al máximo la obra.

Finalmente, la cuarta fase del proyecto ha consistido en el embalado y trasladado de nuevo de las tablas para colocarlas en la nave original. Sin embargo, antes y de forma paralela, en este espacio se han hecho trabajos para evitar futuros problemas con la humedad y la temperatura que pudieran afectar al retablo, como la instalación de luces LED, la eliminación del anterior sistema de calefacción y aire acondicionado colocando un circuito de aire para ventilarla y la instalación de un sistema de alarma.

Por eso, Ribas aseguró que ahora comienza otro proceso, «no tan vistoso pero igual de importante», como es el de mantener la obra. «Tenemos que ser conscientes de que en esta iglesia de Jesús tenemos una auténtica joya patrimonial y por eso hay que intentar cuidarla entre todos con medidas como, por ejemplo, evitar los flashes de las máquinas de fotos en las visitas al templo», concluyó el conseller.

INAUGURACIÓN OFICIAL

El 15 se hará una gran fiesta de inauguración

■ La inauguración oficial del retablo será el próximo 15 de abril con una fiesta en la que habrá una misa cantada a las 12.00 horas con la presencia del Cor des Pla de Jesús y la Colla de s’Horta. Además, los obreros de la parroquia invitarán a todos los asistentes. Hasta el mes de abril el retablo se podrá visitar de 18.00 a 19.30 horas y después, hasta octubre, en horario de mañana y tarde con la presencia de una guía que explicará la obra y los trabajos de restauración.