Imagen de los andenes del puerto de Vila, cerrados al tráfico rodado desde el año 2015. | Marcelo Sastre

Tres años después de cerrar el puerto de Vila al tráfico, el Ayuntamiento de Eivissa ha aflojado su férrea oposición a la entrada de vehículos en los andenes y ha planteado por primera vez la posibilidad de instalar una pequeña parada de unos cuatro o cinco taxis en la zona portuaria.

El alcalde de Vila, Rafa Ruiz, mantuvo hace unas semanas una reunión con los representantes de los taxistas del municipio, así como con comerciantes y vecinos del puerto para comunicarles sus intenciones. No obstante, a día de hoy la entrada de taxis al interior del puerto es solo una propuesta, a falta de que el Ayuntamiento llegue a un acuerdo con Autoritat Portuària de Balears (APB) y ambas instituciones den su visto bueno. De hecho, será el propio Ruiz quien lleve personalmente estas negociaciones con el presidente de la APB, Joan Gual de Torrella.

Sobre la ubicación de la parada, Alejandro Cardell, presidente de la Asociación de Taxistas Autónomos del municipio de Eivissa, propuso que se sitúe junto al monolito de los Corsarios, a la altura de la antigua pastelería Los Andenes, en el lugar donde hay una zona de carga y descarga. Además, los taxistas creen que permitir la entrada de solo cinco taxis no es suficiente. «Hay que dar un poco más de margen», señaló Cardell quien estimó en una decena la cantidad de taxis que puedan parar en el interior del puerto.

Ubicación de la parada

El presidente de los taxistas de Vila reclamó que esta antigua reivindicación se convierta en una realidad y calificó de «discriminación» el hecho de que, desde el año 2015, se prohíba la entrada de taxis en el interior del puerto fuera del horario de carga y descarga cuando se ha permitido la entrada de otros vehículos de servicio público como los VTC, los autobuses estacionales para recoger a los pasajeros de los cruceros que atracan en el puerto y, desde el verano pasado, el autobús de la línea L50 que transporta a pasajeros desde Puig d’en Valls y dos de los aparcamientos disuasorios de la ciudad.

Por su parte, desde la Federación de Vecinos y Comerciantes de la Marina Puerto de Ibiza celebraron la posibilidad de abrir el puerto a los taxis, una propuesta que llevan haciendo desde que se prohibió el tráfico rodado en los andenes. Sin embargo, la federación cree más conveniente situar la parada en la plaza de sa Riba para dar servicio a los vecinos que viven al final del puerto y dinamizar los comercios de todo el puerto que se beneficiarían del tránsito de los usuarios de los taxis.

Asimismo, proponen permitir el paso a todos los taxis que vayan llenos y tengan que descargar a algún cliente en el interior del puerto aunque la parada ya esté llena. También consideran que la entrada de taxis se debe autorizar todo el año y no solo durante la temporada para dar servicio a los vecinos de la zona, muchos de ellos de avanzada edad y movilidad reducida, que ahora tienen que desplazarse a pie hasta la parada de la avenida Bartomeu Rosselló para coger un taxi.

Respecto al sistema para controlar la entrada de los taxis, lo más probable es que tenga que ser un operario el que se encargue de levantar y bajar la barrera que limita el acceso, ya que en el puerto todavía no se ha instalado un sistema automático de lectura de matrículas como el que tiene previsto poner el Ayuntamiento de Eivissa a la entrada de Dalt Vila y la Marina.

La federación de vecinos y comerciantes quiere también que se potencie el servicio de transporte marítimo que une las dos orillas del puerto, desde Marina Botafoch hasta los andenes del puerto viejo. Durante todo el invierno, una empresa privada ha mantenido en funcionamiento esta línea en barco y, a partir de esta temporada, serán dos compañías las que realicen este mismo trayecto, por lo que habrá más servicio para transportar a los residentes y turistas del paseo marítimo y Talamanca. No obstante, piden a APB que permita a esta empresa poner más carteles publicitarios en el puerto para promocionar el servicio e instalar una parada del barco cerca del paseo marítimo.