La desaladora de ses Eres, en el municipio de Sant Josep, ya es historia. Así lo aseguró ayer Rafael Tur, representante de la Alianza por el Agua, quien calificó la planta de «atentado ecológico» al haberse construido como «algo provisional para dos años» que, al final, ha alcanzado los casi diez de vida útil.

Cabe recordar que la planta dejó de funcionar en septiembre de 2016, momento en el que estaba sacando 400 toneladas de agua y tiraba 200 de salmorra al alcantarillado. «Es un absoluto despropósito», dijo Tur al respecto.
Su cierre ha permitido iniciar el camino para la recuperación del acuífero de Sa Serra Grossa, uno de los más maltratados de la isla debido a la extracción masiva de agua que se llevó a cabo durante la última década. «En este último año y medio se han dejado de extraer 1,5 billones de toneladas de agua, lo que ha supuesto el ahorro de más de 250.000 euros de energía eléctrica que era lo que consumía la instalación», explicó Josep Marí Ribas, alcalde de Sant Josep.

Por su parte, Ángel Luis Guerrero, concejal de Urbanismo y Agua, quiso visibilizar la importancia de su cierre y destacó que ese billón y medio «equivale aproximadamente al consumo anual de todo Platja d’en Bossa y buena parte de Sant Jordi», que ahora reciben agua desalada.

La desaladora pone fin a casi una década de actividad que, en palabras de Eduardo del Castillo, responsable de Aqualia, «ha dado el servicio de aguas al municipio». En esta línea, matizó que «el Ayuntamiento de Sant Josep ha dado un servicio de aguas a una parte de la isla que tiene muchos retos. Es el municipio que mayor impacto turístico tiene en la isla y el agua no ha faltado nunca». Aun así, expresó la necesidad que tienen actualmente, tanto la concesionaria como el municipio, de proporcionar agua de calidad.

Reutilización del agua

A partir de ahora, el trabajo consiste en buscar la forma de regenerar el acuífero. «Está sobreexplotado y hay que ver cómo podríamos intentar recuperar ese expolio que hemos hecho durante 50 años de uno de los acuíferos más importantes que, ahora, está salinizado», señaló el representante de la Alianza por el Agua.

En este sentido, agradeció al Ayuntamiento de Sant Josep las inversiones que está haciendo en infraestructuras, pero quiso recordar que «queda mucho por hacer, como cerrar el ciclo del agua». Así, explicó que es imprescindible que el agua depurada se reutilice con «sentido común». «Con ese agua se puede garantizar el riego agrícola, los servicios municipales y los servicios comunes de muchas zonas. No se puede estar tirando agua que cuesta tanto desalarla», criticó Tur, quien añadió que «se trata de un recurso escaso».

El alcalde coincidió con Tur en que, tanto en Ibiza a nivel general como en Sant Josep a modo particular, es necesario trabajar en el ciclo del agua para que «no vaya al mar y que ese agua depurada se aproveche para regar o para nuestros terrenos y ayudar, así, a recuperar los acuíferos».

Las obras de desmantelamiento serán ejecutadas por Aqualia, tendrán un coste de 41.000 euros y tendrán un plazo de tres meses.

Santa Eulària

Además, Rafael Tur, representante de la Alianza por el Agua, dijo que la desaladora de Santa Eulària podría estar en marcha en los próximos 15 días. Cabe recordar que la puesta en marcha de la desaladora, cuyas obras de construcción finalizaron en 2011, se ha retrasado por los sobrecostes en su construcción, que se elevaron hasta los 19 millones de euros.

La desaladora de Santa Eulària ya está en disposición de servir agua a los ayuntamientos que lo soliciten tras haberse dado el visto bueno de Sanidad, último paso para poner en funcionamiento la instalación, según informó hace unos meses la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua).

El Consejo de Administración de Abaqua aprobó, además, el convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Santa Eulària para el suministro de agua desalada a los núcleos urbanos de Puig d’en Valls, Santa Gertrudis, Santa Eulària y la urbanización de Roca Llisa.

El agua se suministrará según la capacidad de producción de las desaladoras de Abaqua y así, en Puig d’en Valls se servirá un volumen de agua de 100 m3/día procedentes de la desaladora de Vila o de Sant Antoni, desde donde también se suministrarán 60 m3/día a Santa Gertrudis. En cambio, el núcleo urbano de Santa Eulària y la urbanización de Roca Llisa recibirán 2.000 m3/día de la desaladora de la localidad.

EL APUNTE

Ses Eres empezó en 2007 de forma provisional

Ses Eres se puso en marcha en 2007 como solución provisional a la mala calidad del agua, pero ha estado operativa casi una década, provocando la salinización del acuífero de sa Serra Grossa, lo que causó que en sus últimos años el agua que extraía fuese salada. Sant Josep ha invertido, esta legislatura, cerca de 7 millones de euros en obras para mejorar la gestión del agua.