La imagen del Cautivo, propiedad de la Cofradía Nuestro Padre Jesús Cautivo de la ciudad de Ibiza, volvió ayer a participar delante de los presos del Centro Penitenciario de Ibiza en el Vía Crucis con el que se rememoran las 14 estaciones en las que supuestamente se dividió la Pasión de Jesucristo.

Será el octavo año en que repiten esta actividad y en esta ocasión, hasta la cárcel de Can Fita acudieron diez hermanos de la cofradía y la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Cautivo. Allí, primero montaron en la puerta la imagen que llegaba guardada en un cajón especial diseñado para ocasión y posteriormente entraron al recinto acompañados del obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura.

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Este proceso no es nada sencillo y precisa de una gran habilidad ya que la talla, elaborada en madera de cedro por el escultor Juan Carlos Vázquez Pichardo en su taller del barrio de la Macarena de Sevilla, mide 1,80 metros.

Una vez en el interior del centro penitenciario la procesión se prolongó durante unos 45 minutos en la más estricta intimidad. Al principio, y como explicó Vicente Nadal, presidente de la cofradía, «por la experiencia de otros años sabemos que los reclusos suelen estar más tímidos y dejan que seamos los cofrades los que realicemos las lecturas o movamos al Cristo en las 14 estaciones penitenciarias pero poco a poco se van soltando y acaban participando, ayudando incluso a desplazar nuestra imagen».