La sanidad pública balear registró en 2017 un total de 384 casos de agresiones, con un incremento del 43 % en las agresiones físicas, según datos del IbSalut difundidos por el Sindicato de Enfermería de Baleares, Satse, en un comunicado en el que anuncia la puesta en marcha de una campaña de sensibilización bajo el lema Stop agresiones. Nada justifica una agresión. Del total de agresiones registradas, 56 fueron agresiones físicas. En los últimos años, según los datos del sindicato, «se está produciendo un incremento de los actos violentos dirigidos contra profesionales de la sanidad en el ejercicio de sus funciones».

En 2014 fueron 45 las agresiones físicas de un total de 383; en 2015 fueron 36 las agresiones físicas de un total de 375; un año más tarde, en 2016, se batió el récord de agresiones, 427, de las que 39 fueron físicas, pero el año pasado, aunque bajó el total de agresiones, se registró la cifra más alta en cuanto a ataques físicos. Por categorías, los enfermeros son los que más agresiones sufrieron, con un total de 127; seguidos de médicos, con 109, y los auxiliares de enfermería, con 75 agresiones durante el año pasado.

Para denunciar este problema y «subrayar la corresponsabilidad que tienen ciudadanía, administraciones públicas, empresas sanitarias privadas y profesionales, para acabar con las agresiones físicas y verbales», la campaña sigue la línea de la iniciada en 2005. Satse distribuirá material informativo en los centros sanitarios con el nuevo lema ‘Stop agresiones’. El sindicato reclama medidas preventivas, como la instalación de timbres en los centros.