El presidente de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, Diego Gómez-Reino, dejó ayer visto para sentencia el juicio contra un vecino de Ibiza que se enfrenta a cuatro años de prisión por un delito continuado de abusos sexuales a una menor de 16 años.
En el juicio celebrado ayer en Ibiza, el acusado, Pedro M.T., de 41 años, reconoció haber «dado cariño y besado» a la pequeña de 9 años durante las dos semanas que coincidieron en la misma vivienda, pero negó los tocamientos y apuntó a una «mentira» inducida por la madre de la niña. «Yo le daba mucho cariño, le compraba cosas y la llevaba a la playa porque su madre nunca estaba en casa», relató el acusado, quien añadió que besó a la pequeña en la frente o en la cara pero «nunca en el cuello o el escote».
La denuncia de los hechos juzgados recoge dos episodios ocurridos los días 16 y 18 de julio de 2016. Según el relato de la acusación, el primer abuso se habría producido en el ascensor del edificio donde compartían una vivienda con otra familia. Dos días después los tocamientos en glúteos y vagina por encima del vestido se habrían reproducido en la cocina de la vivienda que compartían en la calle Tarragona de Vila. El acusado aseguró que «todo es un invento total de la madre» y que la denuncia respondía al hecho de que la madre «quería mantener relaciones conmigo y yo le rechazaba», argumentó el acusado.
A preguntas de su letrada, el hombre aseguró que la madre «no me decía nada cuando me quedaba con la niña». No obstante, cuestionado por la representante del Ministerio Fiscal, el acusado reconoció que en una ocasión la madre sí le dijo que no besase más a la pequeña.
Tras el testimonio del acusado, la sala escuchó las declaraciones de una pareja que convivía con los implicados.
«Prefiero no verlo»
Ninguno de ellos advirtió nada raro aunque la mujer advirtió que la pequeña era «algo fantasiosa». Tras conocer la denuncia de la madre, la familia indicó al acusado que tenía que abandonar la casa.
Posteriormente declaró una de las agentes de la Policía Nacional que atendió la denuncia de la madre. «Estaba muy nerviosa y preocupada por la niña», indicó. Tras esta declaración, la sala escuchó la grabación de la comparecencia de la pequeña ante los agentes, una prueba que la defensa solicita que sea impugnada. En la grabación la pequeña indicaba que no quería ver al hombre. «Prefiero no verlo. Me tocó el culo y me quiso tocar por las dos partes», relató la pequeña, quien advirtió que no hizo nada porque sentía vergüenza. Añadió que fue la hija pequeña de la pareja con la que convivían la que le dijo que se lo contase a su madre.
El Ministerio Fiscal solicitó una sentencia condenatoria porque el acusado reconoció ante el tribunal «cierta actitud extraña y muy cariñosa para solo dos semanas de convivencia».
Por su parte, la defensa subrayó el hecho de que la madre no haya comparecido para declarar y ratificar la denuncia y pidió la libre absolución al «no existir prueba de cargo».