Los alumnos presentaron ayer por todo lo alto su creación literaria y artística, en la que han puesto mucho empeño, esfuerzo y horas de dedicación.

Aida Maylin, tutora de 5ºB del CEIP S’Olivera, reconoce que le «encanta contarles cuentos». Así fue como en el mes de octubre ella y sus alumnos leyeron La Casa de los Ratones de Karina Schaapman y una vorágine de proyectos se desató en torno a los alumnos. Un camino cuyo broche de oro se celebró ayer por la tarde con la presentación de La casa de l’arbre, un libro benéfico cuya recaudación se destinará íntegramente a Proyecto Ibiza al Desarrollo.

La obra de Schaapman surge a raíz de unas pequeñas casitas para ratones que sirven de disparador para los cuentos y que quedan inmortalizadas en las fotografías que ilustran los mismos. Este libro les gustó tanto a los niños que pensaron: «¿Y si nosotros hacemos nuestra propias casitas para ratones y hacemos un cuento?», recordó Aida a Periódico de Ibiza y Formentera . De esta forma se originó la exposición que decora la entrada principal del cole en la que cada casita representa su propio cuento e ilustra esos relatos en el libro benéfico gracias a las fotos tomadas por el fotógrafo Vicent Marí, que ha colaborado con este proyecto de forma totalmente altruista. Aunque en esta ocasión los alumnos elaboraron primero la historia y después las casitas, al revés del proceso seguido por Schaapman, porque «para ellos era mucho más difícil crear de la nada».

Una vez que gracias al monto recaudado con La casa de l’arbre se pueda devolver al centro educativo el dinero adelantado para la impresión de los ejemplares el resto se destinará a la ONG elegida también por los alumnos de la clase de Els Científics que tras recibir a cuatro organizaciones que explicaran sus proyectos se decantaron por Proyecto Ibiza al Desarrollo.

Gran colaboración

No sólo los 26 ‘Científics’ se implicaron de lleno en este proyecto en el que llevan inmersos ya más de seis meses sino que contaron con el apoyo de sus padres para realizar las nuevas casas para ratones, con el de un carpintero que les fabricó la estructura del árbol, el de una empresa a hecho el fondo de las mariposas y el de los alumnos de 2º de Eso de Sa Blanca Dona les hicieron las correcciones de los textos. Aida comenta que «es precioso todo lo que ha generado alrededor» este trabajo que traspasó las fronteras del CEIP S’Olivera.

Además, Los Científicos llevan un mes y medio preparando la presentación de los libros que recibieron esta misma semana, que incluye una edición en castellano y otra en catalán con un precio al público de 20€ por cada ejemplar, en la cual explicaron en aproximadamente media hora todo el proceso que recorrieron hasta llegar a este gran momento en sus vidas de estudiantes de este centro educativo donde los proyectos, y en este caso los sueños, se hacen realidad. Aquellos interesados en formar parte de esta aventura solidaria pueden adquirir los libros en el mismo cole a lo largo de la semana próxima y del mes de junio o pedirlo a través del correo lacasadelarbreceipsolivera@gmail.com

Aida asegura que gracias a este proyecto los niños han adquirido conocimientos no sólo de Lengua sino también de ortografía, han vivido los pasos por los que atraviesa un texto desde que es un borrador hasta que está «bien escrito». Paralelamente, el libro ha sido corregido por Normalización Linguística y por el escrito ibicenco Joan ‘des Pou’ bajo la premisa de que no variaran la expresión propia de los alumnos. A su vez, los propios estudiantes son los que han traducido la obra al castellano; y hasta han trabajado conceptos matemáticos como la proporción y los relacionados con las facturas de la imprenta, por ejemplo.

Por otra parte, Aida señala que una de las cosas más valiosas que han aprendido sus alumnos es «a esperar. Vivimos en un mundo en el que todo es y tiene que ser inmediato y hemos vivido el esperar como un regalo que les enseña a que no todo en esta vida es YA».

Otros que quisieron estar presentes en este mágico proyecto son la Fundación Abel Matutes, el Servicio de Innovación Educativa de las Islas Baleares que comprará 225 libros y el Ayuntamiento de Santa Eulària.
La tutora señala que nunca pensó que el proyecto crecería tanto, pero «con lo difícil que es que los 26 estén motivados con una misma cosa todo fue creciendo en volumen y en detalle» no podía interrumpirlo. «Lo que en principio iba a ser un libro sólo para nosotros debía poder disfrutarlo más gente. Incluso mucha gente que no tiene nada que ver con el cole aportó su granito de arena para hacer lo que estamos viviendo posible. Pides ayuda y siempre hay una mano dispuesta a ayudarte». Algo que sin duda aprendieron sus 26 científicos que hoy pueden contemplar orgullosos todo el trabajo realizado por sí mismos, desde solicitar ayuda a las consellerías hasta publicar un libro que además es de carácter benéfico. Más que un libro, una lección.