El triatleta Javi Cardona muestra alguna de las heridas sufridas por la caída.

«Estaba trazando la rotonda para acabar el entrenamiento y vi que el Range Rover venía y no reducía la marcha, irrumpió en la glorieta y tuve que maniobrar para que no me arrollase, pero acabé en el asfalto con magulladuras en brazos y piernas, y la bici nueva bastante dañada». Así relataba ayer Javi Cardona el episodio sufrido en torno a las 13.00 horas en la rotonda de entrada a Santa Gertrudis.

El Range Rover oscuro era conducido por una mujer que, lejos de pararse para atenderle, prosiguió su marcha en dirección a Sant Miquel. La temeraria maniobra de la conductora fue advertida por dos testigos que no lograron observar la matrícula. La secuencia de los hechos fue puesta en conocimiento de una patrulla de la Guardia Civil que se personó en el lugar y por la tarde Cardona denunció los hechos en Can Sifre. Antes, el triatleta fue atendido en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario de varias heridas en brazos y piernas. «Hace justo un año ya sufrí un percance pero en aquella ocasión si me golpearon. La gente debe ser más respetuosa al volante», concluyó.