El CEIP Sant Jordi albergó el segundo torneo con 11 equipos participantes. | DANIEL ESPINOSA

Ayer se celebró, por segunda vez en Ibiza, el torneo local de la WRO (World Robot Olympiad) en el que participaron un total de 11 equipos: siete de Ibiza y tres de Mallorca, donde volverán a competir el próximo 7 de julio.

Cabe recordar que se trata de una competición internacional de alto nivel en robótica educativa que tiene como objetivo concienciar sobre temas ambientales a niños de entre 10 y 18 años. En el caso del torneo que tuvo lugar ayer en el CEIP Sant Jordi, los retos estaban inspirados en Tailandia, el país anfitrión de la final internacional.

De esta manera, se colocaron tres tableros para las dos categorías participantes. Dos de ellos se destinaron a la competición Junior, que contó con siete equipos) en la que la misión del robot era recopilar datos sobre la calidad del suelo de los campos de diferentes granjas para poder sembrar en aquellas que mejores condiciones presentasen.

Para ello, los participantes tenían que llevar cada pieza de lego (en este caso simbolizaban las plantas que se iban a sembrar) al sitio óptimo. El reto finalizaba en el mismo lugar donde había empezado.

En cuanto a la categoría Elementary (con cuatro equipos participantes), lo que se pretendió es que el robot pudiese ayudar contra el desperdicio de los alimentos. Para que esto fuera posible, los alumnos tuvieron que clasificar las piezas (en este caso simbolizaban a la fruta) por calidad y apariencia.

En este sentido, el color rojo representaba a la fruta fresca; el verde a la fruta que aún no está madura; el amarillo a la fruta que no está en condiciones y el azul a la que ya está podrida y se considera desperdicio.

El reto consistió en llevar la fruta roja al supermercado para su venta; la verde a la zona de maduración; la amarilla a la fábrica de zumos y la azul al contenedor.

Una vez finalizadas las tres rondas de participación, se sumaron las puntuaciones de cada equipo para elegir a los ganadores. Cabe recordar que las puntuaciones son la suma de las dos mejores rondas tanto en puntos como en tiempos.

En la categoría Junior el equipo ganador fue ‘Tecno girls’, de Palma, y en la categoría Elementary el vencedor fue ‘Bot Team, de Sant Jordi.

Pequeños genios

David Solà es el organizador de la RWO en Ibiza y contó orgulloso que algunos equipos de Sant Josep fueron subcampeones de España hace dos años, lo que les llevó a competir en India, y campeones de España el año pasado, lo que les hizo viajar a Costa Rica a disputar la competición mundial.

«Se trata de disfrutar aprendiendo», señaló Solà quien apuntó que aún es «muy pronto» para poner el foco en Tailandia. «Estamos verdes todavía, pero tenemos todo el verano por delante para preparar el reto», añadió.

Para él, esta competición se asemeja a cualquier prueba deportiva. «Te ayuda a controlar la frustración, intentas superarte y compartir experiencias, además de aprender sobre la importancia de ser persistente».

Y es que, a su juicio, las cosas no siempre salen como quisiéramos. De hecho, «muchas veces decimos que en casa nos funciona y justo el día de la competición no. Es así. Tenemos que asumirlo y seguir intentándolo», dijo.

María es una de las alumnas que participó en la final de India y Costa Rica. Lleva cuatro años adentrándose en el mundo de la robótica y lo que más le gusta es poder crear aquello que imagina. Pero no es tan sencillo como parece. Según explicó, un proyecto pequeño puede necesitar de cinco horas, como mínimo, de montaje mientras que uno de mayor envergadura puede alargarse semanas.

Paul también lleva cuatro años en este mundo. «Es una afición que tengo desde pequeño porque es algo entretenido que no te permite aburrirte», contó. Consciente de que todos los retos están relacionados con el medio ambiente, este alumno de Sant Josep explicó que ahora que ha llegado el verano, y con él el final de las clases, podrá dedicar más tiempo a su gran pasión: la robótica.