El sindicato médico de Baleares (Simebal) considera que la «crisis» que atraviesa el hospital Can Misses se debe a que el centro está «muy mal construido» y tiene una «estructura deficitaria». «Se ha hecho un desastre tras otro y lo están pagando los pacientes de Ibiza», critican desde el sindicato, reiterando que el hospital «está muy mal hecho».
Asimismo, lamentan que durante su construcción «se contara tan poco con los profesionales, decidiendo instalar unos quirófanos a ras de suelo o que los rayos no estén enfrente de las urgencias». «Todo está tan mal hecho, que da vergüenza ajena. Es un ejemplo a no seguir. Además, se ha puesto en manos de una concesionaria, subcontratando a empresas que todas han sido fracaso. Es una situación penosa», critican desde este sindicato profesional.
Según apuntan, los profesionales sanitarios contemplan «esta historia desde los inicios como algo muy triste desde que se adjudicó y después de haber elegido mal el proyecto».
Simebal recuerda que durante la construcción del hospital «no se tomaron en consideración todos los trabajos que se estaban haciendo, no hubo una buena supervisión y hubo una prisa excesiva en su inauguración». «La política ha quedado muy mal y sin nombrar a partidos porque todos han hecho una muy mala actuación», reiteran.
Sobre la detección de un hongo ambiental, desde el sindicato consideran que es «posible» que suceda, pero «no es algo habitual». Además, exigen que cuando reabran los quirófanos «se haga con todas las garantías», aunque por ahora se sienten «escépticos».
Patricia Gómez
Por otra parte, afirman que desde la gerencia y desde la dirección médica se ha gestionado de manera «correcta» esta crisis y han afirmado que los médicos «están sufriendo mucho por los pacientes al tener que decirles que no pueden ser operados». «La dirección ha hecho lo que debía, aunque se ha encontrado con una estructura tan mala que no podían hacer nada más», señalan.
El sindicato reconoce «haber echado de menos» a la consellera de Salut, Patricia Gómez, a pesar de las visitas del director general del IbSalut, Juli Fuster. «En una situación así, la consellera debería haber venido antes a dar la cara e intentar tranquilizar a la población. Es hacer un gesto y la gente lo agradece en general», afirman. Cabe destacar que la consellera de Salut visitó el hospital Can Misses el pasado viernes día 22, después de que hubieran pasado 17 días desde el cierre el pasado día 6 de junio.
La detección del último hongo ambiental en cinco de los seis quirófanos obligó a una nueva limpieza exhaustiva y a la recogida de nuevas muestras cuyos resultados se conocerán cuando pasen los cinco días que comentó la consellera Gómez, según recordaron ayer desde el Ib-Salut. En las dos semanas que llevan cerrados los quirófanos se han cancelado 139 intervenciones: 47 la primera semana y 92 la segunda. Un total de 18 han sido derivadas a diferentes hospitales de Balears y a la Policlínica. Durante este pasado fin de semana se derivaron tres operaciones de cirugía general más: una a Son Espases y dos a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, según datos ofrecidos ayer por el Ib-Salut. Durante toda esta crisis de quirófanos cerrados, Can Misses cuenta con el quirófano de Urgencias abierto y el de Paritorio.