Diego El Cigala, un lujo para las fiestas de Sant Bartomeu

Según anunció ayer el consistorio mediante un comunicado de prensa el artista madrileño «promete un cañonazo de salsa junto al Mediterráneo» ya que durante su concierto en Sant Antoni hará un repaso de los temas más importantes de su trayectoria y cantará algunos de los que forman parte de su último disco, titulado Indestructible.

De hecho, este concierto forma parte de la intensa gira que le está llevando a presentar por todas partes del mundo este disco que vió la luz hace ya dos años, producido por Jaime Calabuch, Jumitus, su pianista de cabecera desde la muerte de Bebo Valdés, y con el que El Cigala ha cosechado magníficas críticas y un gran éxito de ventas.

Conocido y respetado desde hace más de veinte años por su capacidad para fusionar géneros y culturas como el flamenco, el jazz, el bolero o el tango, en esta ocasión ha dado un giro más a su trayectoria rindiendo un homenaje a grandes músicos relacionados con la salsa. Visitó Colombia, Puerto Rico, Cuba, República Dominicana o Estados Unidos para grabar allí parte del álbum junto a Ray Barreto, Tito Curet, Cheo Feliciano, René Touzet, Héctor Lavoe, La Sonora Ponceña o La Fania All Stars, y después añadió guitarra, coros, cajón o palmas flamencas en Jerez de la Frontera.

El resultado es, según los expertos en la materia, «un producto sin precedentes» y «una joya indispensable para todo aquel que se considere salsero», según su propio creador «una avalancha sonora de optimismo y un cañonazo de salsa con algún respiro de bolero».

Gitano, español y dominicano

Diego Ramón Jiménez Salazar, conocido en el mundo de la música como Diego El Cigala, es un gitano que nació en Madrid en 1968 y que posee doble nacionalidad, español y dominicano. Sobrino de Rafael Farina y criado en el popular barrio de El Rastro de Madrid, cuesta mucho encasillarle, ni siquiera dentro del género del flamenco.

Podría haberse dedicado a este estilo ya que sus primeros años fueron fulgurantes, cosechando magníficas críticas, pero hace 17 años decidió universalizarse con su tercer disco. El trabajo se llamaba Corren tiempos de alegría, y en él ya fusionó la trompeta de Jerry González, el piano del mítico Bebo Valdés y la guitarra flamenca de Niño Josele.

Después llegó en 2003 el aclamado Lágrimas negras, que le hizo famoso y conocido en el mundo entero, Picasso en mis ojos (2005), Dos lágrimas (2008), Cigala&Tango (2010), Romance de la luna tucumana (2013), Vuelve el flamenco (2014) y el citado Indestructible, publicado en octubre de 2016.

Siete trabajos en los que, a excepción del segundo –donde participa Paco de Lucía junto a otros grandes guitarristas flamencos – y el penúltimo – donde se homenajea al genio de Algeciras ya fallecido –, El Cigala decidió alejarse del flamenco puro para reinventar el son cubano, la milonga rioplatense, el tango argentino o la salsa del Caribe. Precisamente, el género que será el gran protagonista del concierto del próximo 16 de agosto en el Colegio Cervantes de Sant Antoni.