Los vecinos alertaron ayer por la mañana de que había reventado uno de los tramos del colector de Cala de Bou, que desprende olores que apestan la zona. | Marcelo Sastre

Ni un mes ha pasado desde que se dieran por acabadas las obras para sustituir el tramo del colector de fecales de Cala de Bou que da problemas cada verano. En concreto, 13 después de reabrir el tráfico de la avenida Sant Agustí y, por tanto, de dar por acabadas las obras, ayer por la mañana los vecinos de la zona alertaron a Periódico de Ibiza y Formentera que se había producido una rotura de tubería que apestaba la calle. «Ha vuelto a pasar. Estuvieron mucho tiempo de obras, pero en una semana se ha vuelto a abrir. Lo único que espero que es que no vuelvan a cortar la calle. Son tuberías que desprenden muy mal olor y esto es lo que más nos molesta», explica Ángela Fernández, vecina de la avenida Sant Agustí. En esta misma línea se expresaba Adoración Carrión, propietaria de un negocio de la zona, quien afirmó que sigue habiendo «un problema grave con las aguas fecales en esta zona. Cuando por fin parecía que estaba todo arreglado ha vuelto a pasar.

Los primeros interesados en que todo esto esté solucionado somos nosotros, los vecinos de la zona».

Desde la Conselleria de Medi Ambient, responsable de Abaqua que es el organismo del que dependen estos trabajos, aseguraron que la empresa que se encarga de estas obras ya lo están arreglando, pero no aclararon si se volverá a cortar la carretera al tráfico. Afirmaron, además, que ha reventado el tramo donde la tubería vieja conecta con la nueva.

Las obras de sustitución del colector de fecales de Cala de Bou empezaron con retraso y con la temporada turística iniciada. El Ayuntamiento de Sant Josep consideró que era necesario ejecutarlas con la máxima urgencia para evitar que se repitiera la situación del verano pasado cuando se registraron múltiples averías y vertidos de aguas residuales y, en algunos casos, se provocaron cortes de tráfico debido a estas incidencias. Cabe destacar que desde el año 2011 se habían contabilizado una veintena de incidencias de fugas de aguas residuales, por lo que Sant Josep había reclamado de forma reiterada la ejecución de este proyecto ya que esta infraestructura cuenta con una antigüedad de más de 40 años.

Para acometer las obras, la avenida Sant Agustí estuvo cortada, provocando el malestar de los vecinos y comerciantes de la zona ya que la temporada turística estaba en marcha.

Finalmente, se dieron por concluidos los trabajos y se reabrió la avenida al tráfico el pasado 5 de julio. 13 días después, la «pesadilla» del colector de Cala de Bou vuelve a planear sobre los vecinos y comerciantes.