Hace más de 2.500 años, los fenicios trajeron a la antigua tierra de Ebusus la cultura vitícola, una tradición que perduró en el tiempo hasta nuestros días. En la finca de Can Rich, en Buscatell, Stela González (Eivissa, 1966) tiene un viñedo junto a Joan Riera, donde tradición y modernidad se funden para transmitir la singularidad del clima y las tierras de la isla en la elaboración de algunos de los productos más típicos de la tierra de Ibiza: vinos, espumosos, hierbas ibicencas, café caleta y aceite, vinagre y sales de la isla, una agricultura cuyo sello de identidad es la metodología de producción ecológica.

¿Cuándo nació la bodega Can Rich? ¿Cómo fueron esos inicios?

- En 1995 empezamos a preparar la tierra para sembrar la viña y empezamos con la plantación en 1997. Nuestra actividad empezó con la plantación de 17 hectáreas de viñedos y elegimos las variedades tradicionales como el monastrell y la malvasía para acceder al mercado. En 1999 se construyó la bodega de Can Rich, donde se incorporaron las nuevas técnicas de elaboración, prensas neumáticas, depósitos de acero inoxidable para fermentación y maceración a temperatura controlada y planta embotelladora de última generación. Los inicios fueron un poco duros porque aunque ya había dos pequeñas bodegas de vino de la tierra de Ibiza, la gente aún no estaba muy concienciada con que en la isla se pudiera hacer buen vino. Todavía teníamos el estigma de que el vino hecho en Ibiza era vino payés y entonces fue difícil cambiar esta idea. De hecho, aún hoy en día hay generaciones de gente mayor que piensa que el vino de Ibiza no está a la altura de los buenos vinos pero eso no es así.

¿El estigma sobre que ‘en Ibiza no se puede hacer buen vino’ es el principal problema que se encontraron?

- Bueno, no fue el principal pero sí que fue un problema. Nosotros empezamos a hacer vino con el objetivo de destinarlo a consumo local y a consumo turístico, porque al final quien vende los vinos a los turistas son los establecimientos locales. Cambiar la mentalidad de que el vino de la tierra de Ibiza es un vino que puede competir con cualquier otro vino que esté elaborado con las técnicas vitícolas y eliminar esa idea preconcebida que tenían del vino payés, que no era bueno o no tenía calidad, nos costó bastante. Luego aparte todo el tema de la agricultura, cualquier empresario agrícola sabe que trabajar la tierra es muy complicado porque dependes de muchos factores ajenos a ti. Siempre estás mirando al cielo, si llueve o no, si hay plagas… El campo es complicado.

¿Cuántas variedades de vinos tienen aquí?

- Desde el principio empezamos a hacer vino ecológico pero al principio no entendían de qué se trataba. En España, hace 20 años, lo ecológico no era muy conocido pero nosotros apostamos ya desde un principio por la agricultura ecológica y somos la única bodega de Ibiza que trabaja bajo este sistema de producción. Tenemos una gama bastante amplia porque además de hacer vinos blancos, rosados y tintos, también hacemos licores de la isla como son las hierbas ibicencas y el café caleta, el aceite de oliva virgen extra, las sales de Ibiza y otro tipo de licor como el Vermouth. Pero nuestro producto principal es el vino y los espumosos y de hecho somos la única bodega de Ibiza que fabrica esta variedad. Es un espumoso muy especial, está hecho con la variedad malvasía, que es la uva local malvasía o grec (dicho en ibicenco) y es un vino muy interesante.

Can Rich empezó con 17 hectáreas de viñedos. ¿Con cuántas hectáreas cuentan ahora?

- La finca posee un total de 40 hectáreas (20 de vid y 20 de olivo). Dentro de las variedades blancas, además de la malvasía, tenemos la chardonnay, y tintas de monastrell, tempranillo, merlot, cabernet sauvignon y syrah. Además, en el mantenimiento de la finca y para el cuidado de las vides y de los olivos solo utilizamos productos orgánicos o ecológicos, evitando el uso de herbicidas, pesticidas y abonos químicos.

Explica que Can Rich apostó desde el principio por la metodología ecológica como principal característica que la diferencia de otras bodegas de la isla. ¿Cómo surgió esa idea?

- Surgió porque queríamos hacer algo diferente. La agricultura ecológica no es otra cosa que lo que han hecho siempre nuestros mayores, es un poco más complicada porque parte de la base de tratar el campo para prevenir, no cuando ya llega la enfermedad. En aquel momento ya había empresas que se dedicaban a la fabricación de vinos, así que buscamos un punto de diferenciación respecto a lo que ya había, y decidimos que fuera vino de la tierra y ecológico.

A la hora de vender su producto, ¿les afecta mucho la estacionalidad? ¿Cuántos trabajadores tienen?

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- El principal sector al que llegamos es el turístico. Porque si bien los locales consumen vino de la tierra de Ibiza, es básicamente cuando llega la temporada cuando se dispara el consumo de vino. Nosotros trabajamos todo el año pese a la estacionalidad, porque en invierno hay que preparar la viña y hacer toda una serie de procesos para poder vender el vino. Respecto a la gente que trabaja en la finca de Can Rich, tenemos a seis personas trabajando el campo, mi marido y yo y un comercial y trabajamos todo el año con el mismo personal. Los empleados que tenemos son los mismos que llevan ya muchos años trabajando con nosotros y es gente de Ibiza, arraigada en la isla y con sus familias aquí.

Los principales clientes que tienen se encuentran en Ibiza y Formentera, pero, ¿exportan sus productos a Europa? ¿Y al mundo?

- Sí, básicamente los vinos blancos y rosados se consumen en verano, aquí en la isla, porque es lo que demanda más el cliente cuando llega la temporada, ya sea por el calor o por el tipo de comida que tenemos aquí. Para acompañar los pescados y arroces son mejores los vinos blancos y rosados. Aun así, también exportamos fuera, tintos básicamente, porque las existencias de los vinos blancos y rosados se agotan con el consumo local. A la península nos está costando porque en España hay muchas zonas vitícolas y muy buenos vinos, es muy difícil competir con ellos porque Ibiza no es conocida por sus vinos. Entonces, para nosotros es mucho más fácil llegar al mercado europeo, a países como Bélgica, Holanda, Suiza, Alemania, Austria, Italia… Los países nórdicos sobre todo. Últimamente también estamos exportando a Japón, que están muy interesados por nuestro espumoso.

¿Qué porcentaje representa en ventas esas exportaciones al extranjero en relación a las ventas totales?

- Entre un 15% y un 20% de la producción. El 70% de las ventas se quedan en el mercado ibicenco, mientras que un 10% van destinadas a la Península. (Exportan principalmente a través de sus distribuidoras pero también a través de la venta online).

¿Cuántos clientes pueden tener?

- Eso es muy difícil de calcular. Yo creo que en Ibiza estamos en prácticamente todos los restaurantes, en todos o al menos en todos aquellos que tienen continuidad, pero no sé cuál es la cifra exacta de clientes que tenemos.

¿Cuál es el principal problema que tienen para desarrollar su actividad?

- El principal problema es el clima. Este invierno, por ejemplo, ha llovido mucho, no ha habido problemas de sequía como otros años que tuvimos que recurrir al riego pero hemos tenido otros. Pero, a su vez, esas lluvias con la llegada del calor supusieron el caldo de cultivo para la llegada de hongos, y este año hemos tenido que combatir al oídio (el oídio, más conocido como blanquilla o cenizilla, es el nombre de una enfermedad de las plantas. Está producida por varios géneros de hongos que atacan principalmente hojas y tallos jóvenes. Uno de los más conocidos es el de la vid, provocado por la especie Erysiphe necator), que ha supuesto un trabajo duro y concienzudo. Un trabajo que si no se hace se pierde la uva.

Además del problema de los hongos, ¿han tenido algún otro problema de plagas o similar?

- Sí, este año también hemos sufrido una pequeña plaga de cochinilla blanca, así que tuvimos que usar piretrinas naturales (solo usan insecticidas ecológicos) para que actuaran contra ellas. Debido a que usamos productos naturales tenemos más dificultades para eliminar las plagas, pero como estamos muy pendientes de este tipo de problemas, antes de empezar la cosecha evidentemente desechamos todos los cultivos afectados por la plaga. En cualquier caso, son focos muy pequeños y las pérdidas también son mínimas.

Respecto a lo que comenta de que, a diferencia de otros años, este invierno y otoño ha llovido mucho, ¿cómo influirá en la vendimia?

- Efectivamente, la sequía redujo mucho la producción en los últimos años. Este año aumentará un poco (aunque no demasiado), ya que el agua de lluvia siempre es positiva para la viña. Si no llueve durante este mes de agosto, la cosecha será de gran calidad. Esta temporada la cosecha ha empezado con la variedad malvasía, que tenemos en la finca de Can Llaudis, en el Parque Natural de ses Salines, y que está destinada a la producción de vino espumoso.