Las actuaciones de los grupos folclóricos en la playa de Sant Vicent de sa Cala despertaron mucha expectación. | MOHAMED CHENDRI

Sant Vicent de Sa Cala celebró ayer el 180 aniversario de la construcción de su iglesia. Sa colla de Labritja organizó la tradicional ballada en la zona del paseo de la playa, generando una estampa curiosa entre los turistas en ropa de baño y los trajes tradicionales ibicencos. También se congregaron vecinos de la zona y de otras partes de la isla, atraídos por el evento.

Este año se invitó a la peña huertana El Membrillo de Murcia. Cada año la colla de Labritja invita a un grupo folclórico a participar de este evento. Ambas agrupaciones recorrieron el paseo de la cala Sant Vicent entre las 18:30 y las 19:30, haciendo cuatro paradas para mostrar los bailes tradicionales de los dos lugares.

El pasacalles dejaba la curiosa estamapa de turistas sorprendidos viendo bailar a mayores y pequeños sa curta, sa llarga, y los distintos movimientos de ball pagès al son del tambor, la flaüta y las castanyoles. Al terminar los ibicencos su exhibición era el turno de los murcianos que mostraron el baile típico de la huerta: del medio, del uno, del tres y de la huerta. Ellos acompañados de pitos y castañuelas y sus coloridos trajes típicos.

Tanto desde la arena como desde las terrazas recibieron los aplausos de los veraneantes, que en sus atuendos vacacionales y de baño se acercaban a curiosear y presenciar un evento que les pilló a la mayoría por sorpresa que sirvió para dar a conocer que Ibiza tiene una rica tradición folclórica que la mayoría de las veces no llega a ser conocida por aquellos que nos visitan.

Tras el recorrido por la playa disfrutaron de un tentempié antes de la misa conmemoración de la primera eucaristía que se celebró en la iglesia de Sant Vicent Ferrer este mismo día a mediados del siglo XIX. La celebración sirció también para celebrar la festividad de la Asunción de Nuestra Señora.

Al finalizar la celebración, en la plaza de la iglesia se volvió a celebrar una exhibición de baile de ambos grupos y los asistentes, ahora sí en su mayoría ibicencos, pudieron degustar orelletes y vino payés.

Intercambio cultural

La colla de Labritja celebra cada año esta fecha con un intercambio cultural con un grupo del folclore de otros puntos de España y del mundo que posteriormente se corresponde con la visita de los ibicencos al lugar de origen de los invitados a la isla.
En este caso de la peña huertana El Membrillo acudieron 32 personas que llegaron ayer y se van mañana. A lo largo de estos días han estado alojados en el Camp d’aprenentatge de Sant Vicent de Sa Cala y han realizado varias actividades conjuntas con el grupo de ball pagès de Sant Joan.

El encuentro para corresponder la visita lo harán los balladors y balladores ibicencos para la celebración de Todos los Santos, cuando visiten Murcia y tengan la oportunidad de mostrar la tradición ibicenca a los murcianos.