La concesionaria Gran Hospital Can Misses se encargará directamente, a partir del 20 de agosto, de la gestión de la cocina del Hospital Can Misses y del Hospital de Formentera en lo que es el quinto cambio en el servicio de cocina desde que los servicios no sanitarios se privatizaran, de manera progresiva, a partir de 2014.

Cabe recordar que, desde este año, la concesionaria ha ido subcontratando a distintas empresas de restauración. La primera fue Serhs que duró menos de un año, desde mayo de 2014 a febrero de 2015. Después el servicio pasó a manos de Sodexo, del 20 de febrero hasta el 30 de septiembre de 2015. Acto seguido, Serunión se puso al frente de la cocina hasta que el 31 de mayo de 2017 se produjo un nuevo cambio de empresa y volvió a manos de Serhs.

Según informaron desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera, ha sido la propia empresa Serhs quien ha decidido rescindir el contrato. A pesar de ello, la concesionaria subrogará a todo el personal de cocina: 32 profesionales de los que tres pertenecen al Hospital de Formentera y 29 a Can Misses. «Este cambio en la gestión de la cocina no afectará a los trabajadores», señalaron desde el Ib-Salut.

Obras en la cocina

La concesionaria realizó el año pasado obras de mejora en la cocina del Hospital Can Misses. Las obras supusieron una «sustancial» mejora, tanto técnica como del espacio, con la renovación del bloque de cocción, lavavajillas, ampliación de las cámaras de frío y congeladores y nuevo sistema de refrigeración.

«Las obras permitieron introducir el sistema conocido como ‘quinta gama’, un método de cocina que consiste en la elaboración del plato y su posterior pasteurización a baja temperatura. No son platos precocinados, sino que han sido preparados para darles un último tramo de preparación y han sido elaborados con unas condiciones de última tecnología», apuntaron desde el Área de Salud.

En esta línea, es preciso recordar que el Área de Salud expedientó a la empresa concesionaria del Hospital Can Misses tras detectar «anomalías» en el servicio de cocina en una de las auditorías periódicas que lleva a cabo para garantizar la calidad de los servicios.
Según señalaron desde el hospital, el problema se dio en los registros de la comida congelada. «Cuando se lleva a cabo el sistema de la ‘quinta gama’ se cocina la comida, se pasteuriza a baja temperatura (que no e s lo mismo que congelarla) y se envasa para su posterior aumento de temperatura en el horno. De esta forma, la fecha de caducidad es mucho más amplia que en el caso de los productos frescos», indicaron.

«El problema es que no estaba contemplado el producto congelado y lo que pasó es que la empresa de cocina sí que congeló estos productos, que se puede hacer, pero no lo comunicó. Entonces no significa que estuvieran caducados, sino que no había registros con las fechas de consumo ni nada que lo demostrara», añadieron las fuentes consultadas.
A partir del incidente, se obligó a la concesionaria a cambiar el sistema de registros y, desde ese momento, todos los productos están convenientemente registrados. De momento, el expediente no se ha cerrado.

La concesionaria Gran Hospital Can Misses que se encargará del servicio de cocina continuará con este sistema y contará con distintos proveedores tanto de quinta gama como de producto fresco.