Las obras de realidad virtual y metarrealidad son las grandes protagonistas en el Casal de Sa Riba. | Jaume Martorell

Este martes, cuando se presentó la octava edición del Bloop International Proactive Art Festival, sus impulsores anunciaron que para este segundo año consecutivo en la ciudad de Ibiza se apostaría más que nunca por la tecnología. Y por lo visto ayer por la tarde en el Casal de Sa Riba, durante la inauguración del festival, llevaban toda la razón.

Ayer, a partir de las 19.00 horas se pudo ver una exposición sorprendente que se escapa de lo que se tradicionalmente se entiende por ello. No había cuadros colgados en las paredes ni esculturas colocadas en el suelo o en los rincones y si mucha realidad virtual, instalaciones interactivas y lo que desde hace un tiempo se ha bautizado como metarrealidad creadas por Biokip Atelier, K24, Lo Spino, Pinapple Crocodile, Tranz Lasagne, Silva Ramacci, Amadama y Daniel Kurniczak.

Por ejemplo, en lo que en su tiempo fue el Casal de Joves de la ciudad de Ibiza, se pudieron ver creaciones que transportan al espectador, y ahora participante de forma directa, a una especie de mundo paralelo. Al igual que hizo durante la presentación el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ibiza, Pep Tur, ayer todo aquel que se colocará unas gafas de realidad virtual y usara unos pequeños mandos podía tocar una batería que sólo el observaba mientras el resto de las personas disfrutan del show. Esta instalación de Lo Spino no es fue lo único sorprendente. También hay un laberinto del que se puede salir gracias a la ayuda de un compañero virtual, un robot que te persigue o una lámpara que se controla con nuestros propios gestos.

Exposición en el Puerto de Ibiza

Además, ayer se inauguró otra muestra, en este caso al aire libre y en las calles del Puerto de Ibiza. Ésta sí es algo más tradicional que la que se puede ver en el Casal de Sa Riba hasta el próximo 8 de septiembre de 19.00 a 22.00 horas, ya que está compuesta por unos paneles de madera decorados para la ocasión por el conocido artista japones Kawa y una instalación que ha creado K24 con los fotogramas de los vídeos del festival y que se van moviendo al paso de los transeuntes.