Concentración de las camareras de piso en Vara de Rey, el pasado 25 de agosto. | MOHAMED CHENDRI

Un «pasito más adelante». Así define la representante de las ‘kellys’ de Ibiza y Formentera, Milagros Carreño, el principio de acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos, que reconocería ciertas enfermedades derivadas del trabajo de camareras de piso de hotel.

Carreño no canta victoria hasta que se apruebe de forma definitiva. «Yo no confío hasta que eso esté aprobado. Estamos que no nos creemos nada hasta que lo veamos», destacó. Aunque sí reconoce ser positivo que las reivindicaciones del colectivo estén dando sus frutos: «La lucha merece la pena, estoy motivada y no voy a parar hasta que nos jubilemos a los 60, porque es lo primordial y no podemos dejarlo», manifiesta la representante en las Pitiusas, quien no baja la guardia ante las demandas que quedan por conquistar, ya que considera que esta medida «es lo más fácil que nos pueden reconocer, porque con lo de quitarnos cargas de trabajo y la prejubilación se ve que están un poco más en contra, por eso nos conceden esto».

Por otro lado, Rafa Sánchez, el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) en Ibiza, afronta la nueva noticia con cautela y todavía más pesimismo, «mi criterio es ver si se aprueba o no, porque las palabras bonitas llaman mucho la atención. Creo que este proceso es pura propaganda electoralista, porque en mayo del año que viene tenemos elecciones. Entonces creemos que el proceso se puede alargar hasta las elecciones de mayo de 2019 y como parte de la campaña. Además yo no me lo creo, porque esto supone un coste para la Seguridad Social».

En el caso de efectuarse la medida, tal y como se estima aprobar por resolución inmediata de la Seguridad Social, «el triunfo es de las camareras de piso, ni los sindicatos ni el Gobierno pueden echarse flores. Es algo justo y un tema de dignidad que se reconozca que sus trabajos traen unas consecuencias para la salud», remarca Sánchez.

Sobre el papel de los sindicatos mayoritarios en este pacto, el secretario de la CGT se muestra muy crítico y asegura que «están más de parte de la patronal» y que «funcionan como una gestoría con carnet de interlocutores, pero luego no pasan por los hoteles, y voy a poner un ejemplo. Una de nuestras compañeras lleva 12 años trabajando en un hotel, y en 12 años solo han pasado una vez», señala.

Con respecto a su papel, CGT afirma tener abierta una campaña para denunciar irregularidades en el sector y en septiembre «vamos a Formentera para denunciar situaciones que nos están llegando y que rozan la esclavitud de hace siglos», concluye Sánchez.