Los almendros florecidos del Pla de Corona, una zona catalogada como ARIP, el pasado mes de febrero. | DANIEL ESPINOSA?

Los propietarios de fincas rústicas en Ibiza y Formentera tendrán prácticamente imposible la construcción de viviendas en sus terrenos si el Proyecto de Ley Agraria, redactado por la Conselleria de Medi Ambient del conseller de Més per Mallorca Vicenç Vidal y que en la actualidad se encuentra en tramitación en el Parlament balear se aprueba tal y como está redactado.

El artículo 104 de este proyecto de ley, dedicado a las zonas de Alto Valor Agrario, que según el Plan Territorial de Ibiza (PTI) lo es todo el suelo rústico común, establece en su punto 4 que en los terrenos que tengan esta calificación «sólo se permite la vivienda en edificios de nueva planta cuando esté vinculado a una explotación agraria preferente». ¿Y qué requisitos hay que cumplir en las Pitiusas para un terreno tenga la calificación de explotación agraria preferente? Pues que, o bien la explotación agraria sea prioritaria o que su propietario sea agricultor profesional, algo que suele coincidir casi siempre y que en Ibiza no llega a un centenar de explotaciones, según las fuentes consultadas.

Otro de los requisitos para ser considerada como explotación agraria preferente en las Pitiusas (en el proyecto de ley se asegura que hay que cumplir los siguientes cuatro requisitos) es generar un 10 por ciento de renta de referencia, es decir, los ingresos agrarios que provengan de la actividad agraria y de las actividades complementarias que prevé la ley incluidas las ayudas públicas, lo que suponen unos 3.000 euros aproximadamente que deben declararse a Hacienda como ingresos agrarios.

También es imprescindible generar 0,5 UTAs (Unidades de Trabajo Agrario) en el caso de Ibiza y de 0,3 UTAs en el de Formentera que dependiendo del tipo cultivo suponen más o menos metros de terreno. Por ejemplo, para obtener 0,5 UTAS de cereales son necesarios 357.000 m2 de terreno cultivado, 14.200 m2 para naranjos, 62.500 m2 para almendros, 50.000 m2 para olivos, 25.000 m2 para viñas o 6.200 m2 para tomates, que es casi la misma superficie que la mayoría de campos de fútbol que hay en la isla, de aproximadamente 7.000 m2. Una superficie que pocos agricultores tienen en Ibiza, con fincas pequeñas y dedicados principalmente a explotaciones de secano.

Pero las trabas no terminan aquí ya que otro de los supuestos para las Pitiusas es tener una superficie mínima de 4 hectáreas continuas de cultivo (40.000 m2 en una sola parcela) o 10 hectáreas discontinuas (100.000 m2 en varias parcelas). En la actualidad, el PTI de Ibiza establece que en suelo rústico común (que es considerado en su totalidad como zona de Alto Valor Agraria) se puede construir una vivienda con 15.000 m2. Sin embargo, las limitaciones incluidas en el Proyecto de Ley Agraria tan solo permite a los agricultores profesionales levantar una edificación con tal cantidad de extensión de terreno.

Excepción

En punto 5 del mismo artículo se establece que se podrá autorizar «excepcionalmente» una edificación o instalación no vinculada a una explotación agraria en zona de Alto Valor Agrario con un informe «preceptivo y vinculante» de la administración competente en materia agraria, que en este caso son los Consells de Ibiza y el de Formentera, que garantice que la construcción no se sitúa sobre terrenos con alto valor fértil, agrario o productivo; que no se compromete el recurso hídrico ni la productividad ni la viabilidad agraria de los terrenos, así como que se respetan y mantienen los sistemas de drenaje tradicionales.