La Alianza por el Agua de Ibiza y Formentera alertó ayer de un vertido de aguas residuales por las roturas del emisario submarino de la depuradora de Can Bossa a 1,4 km de la costa y a una profundidad de 30 metros en el límite del Parque Natural de Ses Salines. No obstante, la Alianza aseguró que el vertido «no supone peligro para la salud y para el uso de las aguas de baño de Platja d’en Bossa dado que la contaminación se diluye hasta llegar a la playa».

En un comunicado, desde la entidad han informado que el 22 de agosto voluntarios de la Asociación Gent de Ponent y la Alianza realizaron una inmersión en la que se apreció un vertido con una «elevada» carga de sólidos en suspensión saliendo de los difusores del emisario.

Además, se localizaron numerosos restos de plásticos sobre el fondo marino que evidenciarían el mal funcionamiento de la depuradora, según la plataforma.
Según la Alianza, un adecuado funcionamiento de la depuradora implica una fase de pretratamiento cuando entra el vertido a la depuradora, ya que se separan los elementos insalubres de cierto tamaño mediante una serie de rejas.

Por ello, la presencia de plásticos pondría de manifiesto que la depuradora ha podido verter aguas residuales directamente sin realizar los tratamientos primarios y secundarios que siguen al pretratamiento y que son necesarios para cumplir con la normativa.

La Alianza por el Agua denunció también el «mal estado» del emisario submarino que presenta roturas en varios tramos de la conducción, lo que conlleva una «deficiente dilución del vertido y un fuerte impacto en el medio marino». Con la inmersión, explicaron, se apreció un medio marino «muy degradado» con una reducción o ausencia de praderas de posidonia y una elevada proliferación de algas verdes y rojas generalistas, elevada sedimentación y carga orgánica en el fondo marino.

«Estas señales ambientales son indicadoras de un medio marino sometido a una elevada carga contaminante que ha ocasionado una degradación del ecosistema marino y una pérdida de la biodiversidad. Estas evidencias se confirmaron con los resultados de los análisis de agua efectuados», denunciaron.

Los resultados muestran unos valores «muy superiores» de los parámetros establecidos por la normativa vigente en materia de aguas residuales. Según la Alianza, se superaron los límites de tres parámetros legales aplicados para el control de aguas residuales, con 57,14 mg/l de sólidos en suspensión cuando el límite son 35 mg/l, entre otros ejemplos.
Además, los parámetros que indican el nivel de nutrientes también superaron los límites establecidos: 25 mg/l de nitrógeno total (límite: 15 mg/l) y 6,93 mg/l de fósforo total (límite: 2 mg/l).

Para la Alianza, los resultados demuestran el «deficiente» funcionamiento de la depuradora de Can Bossa en verano. Además, los resultados sobre la contaminación microbiológica indican la «elevada» carga de contaminantes fecales que vierte el emisario en el medio marino.

Así, los resultados fueron de 241.960 u.f.c. en 100 ml de la bacteria fecal Escherichia coli cuando el valor de referencia para el contacto humano según la normativa vigente es de 1.000 u.f.c. en 100 ml.

La Alianza exigió la sustitución «urgente» del emisario submarino de la depuradora de Can Bossa para evitar potenciales vertidos accidentales en Platja d’en Bossa y avanzó que repetirá la toma de muestras durante septiembre para confirmar la mala calidad de los vertidos de la depuradora de Can Bossa.

Respuesta del Govern
Desde la Conselleria balear de Medi Ambient, responsable de la depuradora de Can Bossa, tan solo señalaron que la presencia de plásticos «evidencia el vertido de aguas mixtas en episodios de lluvias», mientras que «los controles de funcionamiento de esta depuradora indican el cumplimiento de la normativa».