Las reservas hídricas se sitúan por debajo del 50% en Ibiza y la sitúan en un nivel de prealerta por sequía.

Las reservas hídricas han descendido en Baleares por tercer mes consecutivo, al pasar del 57 % en julio al 52 % en agosto, y están a menos de la mitad de su capacidad en Menorca (42 %) e Ibiza (45 %), mientras las de Mallorca se sitúen en el 53 % y las de Formentera en el 58 %.

En cuanto al índice de sequía, hay un descenso generalizado en todas las unidades excepto en Formentera, con bajadas más significativas en Artá y en Tramuntana Sur, informó la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca en un comunicado.

Las unidades de demanda de Manacor-Felanitx y la de Ibiza han entrado en escenario de prealerta tras permanecer tres meses por debajo del umbral de 0,5. El índice muestra valores de prealerta por segundo mes en las unidades de demanda de Menorca, Migjorn y Tramuntana Norte y por primer mes en Tramuntana Sur.

Si se comparan los datos generales del índice de sequía con los años anteriores, la situación es peor que en agosto de 2017, aunque en las unidades de demanda de Artà, Tramuntana Sur y Tramuntana Norte han mejorado. Comparados con los datos de hace dos años, la situación es mejor y sólo es inferior en Menorca. Sin embargo, las lluvias de agosto no han sido suficientes como para que sus efectos se vean reflejados en los recursos.

En cuanto a las precipitaciones, los datos de la Agencia Estatal de Meteorología indican que agosto ha sido un mes muy húmedo en las Baleares. La acumulación interanual sitúa la situación un poco por encima de lo normal en Mallorca (117 %) y en Menorca (128 %), y un poco por debajo en Ibiza (84 %).

El Plan de sequía contempla una serie de medidas en previsión de que esta situación se alargue en el tiempo. Desde la Dirección General de Recursos Hídricos se considera que como mínimo, los municipios en prealerta deberían empezar a llevar a cabo campañas de comunicación y sensibilización, revisar las infraestructuras de garantía disponibles y aumentar gradualmente la utilización de recursos diferentes a los subterráneos, como las aguas regeneradas y desalinizadas.