OLYMPUS DIGITAL CAMERA | Marcelo Sastre

La playa de Cala Llonga y sus calles adyacentes volvieron a ser ayer por la mañaña el lugar escogido para celebrar por cuarto año consecutivo en la isla de Ibiza el Playing for change day. Bajo un intenso calor, más propio del mes de agosto que del 23 de septiembre, centenares de personas, la mayoría extranjeros o residentes ingleses o alemanes, acudieron a disfrutar con las actividades programadas para recaudar fondos y seguir ayudando a la fundación Playing for change que busca ayudar a los niños más necesitados a través de la educación musical.

Una vez más el festival giró en torno a la música. Este año más de 35 grupos afincados en nuestra isla actuaron en los cuatro escenarios instalados a lo largo de la playa de Cala Llonga. Al principio la afluencia era mínima, entre otras cosas porque a eso de la una de la tarde la arena quemaba mucho y estar a pleno sol era sólo apto para los más valientes, pero luego, según fue llegando la tarde, el tema se fue animando. El resultado fue una magnífica oportunidad para disfrutar con todo tipo de géneros ya que se pudo bailar rock, pop, cumbia, fusión de músicas del mundo e, incluso, un coro infantil. Y es que ayer, por primera vez en el festival en uno de los escenarios los niños de MIC Ibiza interpretaron junto a Ice Collective What about the children, una canción compuesta especialmente por Paul Powel para Playing for Change Day Ibiza.

Además, la organización sin ánimo de lucro Viva Cala Llonga, se volcó un año más en la organización proponiendo actividades paralelas. Se instaló durante todo el día un gran mercadillo con productos artesanales de todo tipo, desde vestidos a joyería, un gran food market donde comprar platos tan diversos como paellas, espetos hechos junto a la playa o mojitos, y talleres infantiles de pintacaras o acrobacias. Y todo junto a carteles donde se hacía referencia a la paz en el mundo y a la necesidad de amarnos unos a los otros para ser mejores.

Recaudación para ASPANOB

La fundación Playing For Change proporciona educación musical para niños que más lo necesitan y hasta el momento han conseguido ayudar a más 16.000 niños. Concretamente, cada semana más de 2.000 niños reciben clases de danza, instrumentos, idiomas y teoría de la música además de educación primaria, ayuda humanitaria, agua potable, luz solar, comida, medicamentos, ropa, libros.

La intención de este año era la de recaudar más de 10.000 euros, el 15% de lo cual será entregado a la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Baleares (ASPANOB). Mientras, el resto se destinará a dar clases gratuitas en 11 países de todo el mundo y a la compra de vestuario para estudiantes de escuelas de música de Mali, un tambor de fabricación local para la Escuela Bizung en Ghana y un micrófono inalámbrico para el programa de lucha contra traficantes para la Asociación de la Madre en Nepal.