Uno de los pozos de registro del colector de la depuradora de Can Bossa vertiendo aguas fecales en una finca del Prat d’en Fita. | DANIEL ESPINOSA

El conseller de Medi Ambient, Vicenç Vidal, asumió ayer en el Parlament balear su parte de responsabilidad por el estado de la depuradora de Can Bossa causante de los vertidos en el Parc Natural de ses Salines y anunció que investigarán, «de manera conjunta» con el Ayuntamiento de Sant Josep, el origen de esta problemática. «Entran pluviales que no sabemos de dónde vienen, lo investigaremos», dijo Vidal.

«La depuradora no está en el nivel de excelencia que a nosotros nos gustaría», declaró en la cámara autonómica en respuesta a una pregunta del PP sobre el problema de los vertidos. Además, Vidal aseguró ser conocedor de «problemas complejos que vienen de atrás, agravados por infraestructuras como la autopista».

Noticias relacionadas

Por su parte, la diputada del PP María José Ribas exigió a Vidal explicaciones sobre lo sucedido en el Parc Natural de ses Salines y recordó que han pasado semanas sin que ninguna administración se muestre responsable en el tema. «Ahora el Ayuntamiento dice que asumirá responsabilidades, pero a usted no le hemos oído decir ni una palabra sobre responsabilidades», apuntó. «Usted no ha tenido ningún interés ni se ha interesado por los problemas, no se ha reunido con los propietarios ni se les ha dado ninguna solución», señaló Ribas, quien insistió en que «la depuradora es la que provoca los vertidos, aunque sea por un exceso de caudal, y es de su competencia».

Vidal, en relación al informe elaborado por el biólogo Bartolomé Planas a petición de los vecinos afectados y que señala que existe un grave problema de salud pública, declaró que «no tiene ningún tipo de analítica o trayectoria», por lo que usarán sus medios y «si hay impacto, se pondrá solución».

La semana pasada el alcalde de Sant Josep, Pep Marí ‘Agustinet’, señaló que «en episodios fuertes de lluvia las aportaciones son extraordinariamente importantes», pasando de los 900 m3 diarios a los 6.000 que se registran en algunas ocasiones. Ante esa situación, que de momento no saben a qué se debe ni cuál es su origen, desde el Consistorio señalaron que llevarán a cabo tareas de control, inspección e investigación con sistemas manuales, mecánicos y cámaras para localizar el problema. «Que estos episodios de lluvia coincidan con las aportaciones pluviales hace que cuando llega a la depuradora no tenga capacidad para esta aportación extra. Lo que pasa es que se colapsa y hay pérdidas que provocan estos vertidos en las fincas agrarias y en el Parc Natural», matizó.