Varios turistas pasean y observan los souvenirs en una calle comercial del barrio de la Marina en Vila. | MOHAMED CHENDRI

El final de septiembre supone la recta final de la temporada turística en Ibiza. Las playas están algo más tranquilas, las temperaturas son algo más bajas y cambia el perfil del turista.

En el aeropuerto todavía se puede observar la llegada continua de viajeros, pero ya no hay tantos británicos e italianos jóvenes listos para salir de fiesta. Parejas, familias y grupos de amigos de mediana edad vienen a la isla en busca de la tranquilidad que ofrece en esta época del año, en la que el agua del Mediterráneo todavía no se ha enfriado demasiado.

Aeropuerto

Pascale llegó ayer con su familia y una pareja de amigos suyos y su hija. Viven en Suiza y esta será su primera visita a la isla. Buscan la tranquilidad de esta época del año. Se alojarán en una casa cerca de Vila durante una semana. A lo largo de estos siete días visitarán Formentera y también les gustaría ir a alguno de los mercadillos hippies de la isla.
En busca de la tranquilidad también llegaron Yolanda, su pareja y dos amigos. Trabajan en la Costa Brava, donde ya ha terminado la temporada, y vienen buscando todo lo contrario al bullicio turístico veraniego. Hace muchos años que visitan la isla y en esta ocasión se alojarán en unos apartamentos en Sant Josep. Su plan es «no hacer nada y descansar» durante los seis días que se quedarán.

De Barcelona llegaron ayer Marie y Benoit. Ella acaba de dejar su trabajo y él es informático. Siempre viajan en temporada media o baja cuando los alojamientos son más baratos y pueden aprovechar más su presupuesto. «Hace menos calor y todo es mucho más agradable», dice Benoit. Se alojarán en Sant Joan durante cinco días. No han planeado nada más allá que visitar calas. El resto, relax e improvisar. Tal vez alguna visita a Formentera. «En esta época del año es más el paraíso para ti», explican, y añaden que probablemente ni se plantearían venir a Ibiza en pleno verano, ya que no es el ambiente que buscan.

Comerciantes

«Septiembre ha ido mejor de lo que pensábamos» si se tiene en cuenta cómo fue en julio y agosto, explicaba Gema Ruiz en uno de los negocios de La Marina. Todavía están barajando una fecha de cierre, dependerá de cómo vaya la primera quincena de octubre, pero Gema cree que cerrará en torno al 20 de octubre. Indica que este año ha visto pasar más turismo familiar que otros años. A pesar de ello «la cosa está muy flojita».

Ramón Cabello, presidente de los comerciantes de la Marina, ratifica la mejoría de septiembre con respecto a «junio, julio y agosto, que fueron un desastre». Cree que la climatología sería favorable para alargar bastante más las temporadas en la isla, pero dado que los comerciantes están «a la expectativa de lo que traigan» les toca esperar para decidir cuándo cerrar.

Su percepción es que en septiembre se está recuperando el turista de un nivel adquisitivo más alto, al contrario que en agosto, cuando abundan turistas con menos capacidad de gasto.

Indica que el turismo de cruceros favorece que se alargue un poco más la temporada en este barrio de Vila. «Sé de algunos comerciantes que van a estar abiertos hasta el 6 de noviembre», explica, dado que entre el 29 de octubre y el 6 de noviembre llegarán de forma escalonada 8 cruceros.

Recuerda que hasta hace poco existía una mesa insular sobre turismo de cruceros que derivó en una mesa de turismo, algo que ha restado agilidad y posibilidad de intervención a los integrantes e indica que existe voluntad política de retomar esté órgano centrado en los cruceros.

Hostelería

En el restaurante Ryan’s han disfrutado de un buen mes de septiembre. Señalan que la fiesta de Solomun trajo la mejor caja del mes, en la que el ambiente era muy bueno, con muchos residentes de la isla.

Los eventos que se celebran en el puerto también traen buenas cajas para el restaurante Guillemís, que abre todo el año. Su jefe de cocina, Pedro, dice que septiembre ha sido un buen mes y tiene la esperanza de que octubre se mantenga, si hay buen tiempo. Al final de la temporada «todo depende del tiempo y de la suerte».