Tres meses de prisión e indemnizar con 6.898 euros a la víctima. Es la pena impuesta por la titular del juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza, Clara Ramírez de Arellano, a un joven de 34 años que trabajaba como vigilante de seguridad de un local de Platja d’en Bossa y causó graves lesiones a otro chico al que propinó «un fuerte empujón» a la salida del local.

Los hechos juzgados ocurrieron la madrugada del 3 de agosto de 2011. El vigilante, con antecedentes penales por otras causas, estaba acusado de un delito de lesiones. Inicialmente, el Ministerio Fiscal solicitaba dos años de prisión y una indemnización de 6.030 euros. La acusación particular, por su parte, elevaba la petición de prisión a tres años y la indemnización 7.761 euros, mientras que la defensa solicitaba la libre absolución.

Según el relato de hechos probados, en torno a las 02.30 horas del 3 de agosto, E.D.A., «en el desempeño de su actividad», ordenó a J.A.S., que abandonara el local y cuando ambos se encontraban en la puerta «le propinó un fuerte empujón que provocó la caída de la víctima desde los escalones de entrada contra la acera».

Como consecuencia de estos hechos, la víctima sufrió lesiones de diversa consideración. Así, el joven presentaba una contusión torácica, erosiones en codo y antebrazo, y contusión en hombro izquierdo con luxación del escápulo humeral. Las lesiones tardaron un total de 90 días en curar y le causó algunas secuelas.

Durante el juicio oral, el acusado negó los hechos y argumentó que el denunciante se encontraba bebido y había tirado un taburete al suelo, hecho por el que le conminó a abandonar el local. Esta versión fue desacreditada por el relato de la víctima y de dos testigos que indicaron que el taburete cayó accidentalmente y que el vigilante ya empezó a empujar al joven en el interior de la sala.