El emisario tiene varias roturas por las que se vierten restos fecales.

La Alianza por el Agua confirmó ayer el vertido de aguas residuales mal depuradas procedentes del emisario de Can Bossa. El pasado 21 de septiembre, explicaron en un comunicado, voluntarios de la Alianza por el Agua realizaron una nueva inmersión para evaluar la calidad de los vertidos del emisario submarino de la depuradora de Can Bossa, a 1,4 kilómetros de Playa d’en Bossa, en el límite del Parque Natural de Ses Salines.
La toma de muestras se llevó a cabo ante la notaria de Sant Jordi. Los resultados de los análisis han confirmado que el emisario submarino vierte aguas contaminadas al medio marino con valores por encima de lo permitido por normativa.

Así, se superaron de nuevo los límites de los 3 parámetros principales aplicados para el control de aguas residuales: 67 mg/l de Demanda Biológica de Oxígeno (límite: 25 mg/l); 145 mg/l de Demanda Química de Oxígeno (límite: 125 mg/l) y 48,38 mg/l de sólidos en suspensión (límite: 35 mg/l).

Además, los parámetros que indican el nivel de nutrientes también superaron los valores límites establecidos con 33,20 mg/l de nitrógeno total (límite: 15 mg/l) y 44,66 mg/l de fósforo total (límite: 2 mg/l).

Estos análisis de agua confirman los resultados obtenidos en la primera inmersión realizada el pasado 22 de agosto, en la que se constató la rotura del emisario submarino y el vertido de aguas residuales con valores muy elevados de contaminación.

La Alianza recordó que, entonces, responsables públicos de la Direcció General de Recursos Hídrics achacaban la mala depuración a la falta de redes separativas de aguas residuales y pluviales municipales, situación que provocaba el colapso de la depuradora en situaciones de fuertes lluvias al recibir elevados caudales de aguas residuales y pluviales.

En esta ocasión se tomaron las muestras en un día sin lluvias y, por ello, los nuevos datos avalan la denuncia de la Alianza por el Agua de que la depuradora de Can Bossa funciona deficientemente.

Los resultados también han evidenciado la elevada carga de de aguas fecales vertidas al medio marino con valores elevados de bacterias como Streptococcus faecalis y Escherichia coli, valores diez veces superiores al límite establecido por el Decreto 49/2003 de zonas sensibles de Baleares.

La norma, explicaron, declara Platja d’en Bossa como zona sensible protegida, requiriendo un tratamiento terciario para eliminar la contaminación microbiológica.

El tratamiento adicional ha sido reclamado por la Alianza en las zonas sensibles de Platja d’en Bossa, Santa Eulària y Formentera.

No obstante, estos sistemas terciarios de depuración todavía no se han construido, a pesar que este Decreto establece su obligatoriedad a partir del año 2006.

La Alianza trasladará los resultados a la Dirección General de Recursos Hídricos así como a Abaqua para exigir medidas.