Imagen del pleno municipal relativo a este mes de octubre. | Isaac Vaquer

El equipo de gobierno de Sant Josep responde al PP y define como «broma de mal gusto» que los populares califiquen de «desoladora» la gestión del agua del Ayuntamiento, en una nota de prensa emitida ayer. El equipo de gobierno reprochó al PP haber paralizado las obras de interconexión de las desaladoras durante la pasada legislatura, cuando gobernaba en el Govern balear, «impidiendo que llegara agua buena al municipio de Sant Josep. Es el mismo partido que, cuando gobernó en el Ayuntamiento, dejó la red en un estado lamentable, perdiendo la mitad del agua que se inyectaba», argumentaron desde el Consistorio.

Sant Josep defendió su gestión y explicó que en los últimos tres años se ha realizado una inversión de 7 millones de euros para «renovar tota la red municipal de agua potable, hasta conseguir ahorrar 500.000 toneladas de agua». Asimismo, aseguraron, se han modernizado todas las instalaciones, «implementando sistemas de control de la red para evitar pérdidas y fugas.

El Ayuntamiento también recordó que durante la presente legislatura el Govern balear reprendió el proyecto que el PP «mantuvo absolutamente paralizado» y que también se finalizaron las obras de interconexión, permitiendo que llegara agua potable a Sant Jordi, sa Carroca, can Fita y a toda Platja d’en Bossa.

En este sentido, según informó Sant Josep, en estos momentos están trabajando junto a Abaqua, la empresa pública del Govern, para instalar bombas de impulsión «que tienen que permitir llevar agua a buena al pueblo de Sant Josep y a la zona de es Cubells.

En cuanto a las actuaciones del gobierno municipal, desde Sant Josep recuerdan que han sido los principales impulsores del Plan de Reordenación de la bahia de Portmany, con una inversión global de 20 millones de euros, un proyecto cofinanciado por los Ayuntamientos de Sant Josep, Sant Antoni, el Consell d’Eivissa y el Govern balear (a través del Impuesto de Turismo Sostenible) y que contempla la renovación del principal colector de aguas residuales de la costa de Cala de Bou, una obra que tendrá un coste de 3,5 millones de euros.

El Ayuntamiento también recordó las obras que se han realizado en Cala de Bou, con la sustitución del tramo de las cañerías de impulsión de aguas residuales que sufría continuas averías.

En cuanto a los vertidos en ses Salines, Sant Josep recordó que «ya ocurrieron con anterioridad, cuando gobernaba el PP» y que no ha sido hasta el gobierno socialista cuando se han invertido 170.000 euros.