La mayor parte de basura encontrada son colillas, toallitas y material de la venta ambulante, pero también muebles, electrodomésticos o barcas.

Un año más, la compañía gestora del patrimonio del Parque Natural de ses Salines , Ibifor, y los restaurantes de la zona han llevado a cabo la tarea de servicio de limpieza de las playas y pinedas de todo el espacio. Labor que realizan durante todo el año como propietarios de los terrenos y también por convenio con el Ayuntamiento de Sant Josep.

La partida de limpieza de final de temporada, que lleva unos ocho años realizándose, empezó ayer por la mañana con la participación de los 70 voluntarios que al término del mediodía habían recuperado unos 800 kilos de residuos de todo tipo, la mayoría procedente de la venta ambulante, tal y como confirmaron el gerente de Ibifor, Juan Cardona y algunos de los participantes.

«Desde sombrillas, plásticos y cristales, hasta neveras o motos», explicaba Ismael, uno de los voluntarios y empleado de uno de los chiringuitos de ses Salines. «Llevo unos siete u ocho años colaborando ya y lo peor son las toallitas y los plásticos, porque la gente viene a hacer sus necesidades al bosque si no hay lavabos públicos», señalaba Ismael que manifestaba que el principal problema es la cantidad de basura procedente de la venta ambulante, ya que «hay muchas bolsas de vendedores que las han enterrado en el bosque para que no los pillen y aquí se quedan. Casi toda la mierda que hay es de ellos. Se montan sus zulos aquí, y te encuentras con baratijas, complementos para mojitos, ropas, lo tienen todo enterrado durante el verano y ahora nos encontramos que siguen aquí» lamenta el voluntario.

Las colillas y los plásticos son los residuos que más abundan en la parte de la orilla, una labor que se lleva a cabo todo el año, pero «ahora es el momento de limpiar las zonas boscosas y poco accesibles aprovechando que ha cerrado todo», señalaba Cardona que aseguraba encontrar cada vez menos basura pero «porque se invierten más en efectivos y aumentan las partidas, lo que repercute en que ahora encontramos menos material». El gran esfuerzo de los participantes finalizó al mediodía con una gran barbacoa para todos y 40 kilos de carne.