Las heces invadieron las calles Isidor Macabich e Ignasi Wallis. | MARCELO SASTRE

Las lluvias que se registraron el pasado sábado en las Pitiusas volvieron a inundar la isla, lo que ha provocado las quejas de vecinos y comerciantes del centro de Vila. Durante la mañana del sábado, además, estas lluvias provocaron el levantamiento de varias tapas del alcantarillado en las calles d’Isidor Macabich, frente a Juzgados y en el último tramo de Ignasi Wallis, que llenaron las calles de excrementos ante la atónita mirada de los peatones que caminaban por la zona. Como es de esperar, las heces que llenaron las aceras de Vila provocaron un olor «insoportable» y en las imágenes de los vídeos que corrieron por las redes sociales se pudo observar cómo los viandantes se llevaban las manos a la nariz.

Una trabajadora de uno de los comercios de la zona, que prefirió mantenerse en el anonimato, explicó que las inundaciones son frecuentes en la zona cada vez que llueve pero que aquella era la primera vez salían excrementos por la red de alcantarillado. «En anteriores lluvias salieron cucarachas y ratas, pero no excrementos», matizó. Desde esta tienda llamaron dos veces al Ayuntamiento de Eivissa y a la Policía Local para que se procediera a limpiar y retirar la materia fecal de la acera, que provocó que la gente se resbalara muchísimo, entrara en los comercios con los zapatos ensuciados e incluso algunos peatones cayeron al suelo por el suelo resbaladizo. Sin embargo, operarios del Ayuntamiento no se acercaron a la zona hasta las 14.00 horas.

La red de alcantarillado, señalan desde los comercios de las calles donde salieron las heces, deja de filtrar bien el agua que cae a los pocos minutos de que empiece a llover y al cabo de diez minutos o un cuarto de hora, ya está completamente colapsada, por lo que empieza a salir porquería de las alcantarillas, que flota en la calle en caso de que se produzcan inundaciones. Cuando las lluvias se producen de forma torrencial, como las que se sucedieron durante el mes de agosto, las calles se desbordan y a las tiendas y comercios de Ignasi Wallis e Isidor Macabich entra todo el agua dentro. Una situación similar se vive en la zona de es Pratet y en otros muchos puntos de la isla.

«La verdad es que todo olía fatal y estuve toda la mañana limpiando pese a que no es mi tarea», explicó una de las trabajadoras de una tienda de Ignasi Wallis. «Esta vez no entró como en agosto, cuando incluso hubo goteras y los muebles se inundaron», lamentó.

En la agencia de viajes Pepe Tours se llevaron la peor parte, pues salió una gran cantidad de materia fecal de la red de alcantarillado «pese a que tampoco llovió tanto para que se liara la que se lió», aseguró Silvia Torres, trabajadora de la agencia. Desde la empresa señalaron que nunca antes había sucedido nada igual. Además, la empresa se queja de que cuando los operarios del Ayuntamiento de Vila llegaron para limpiar las aceras, salpicaron con las mangueras las cristales de excrementos, por lo que la empresa tuvo que limpiar luego la fachada de la tienda.

Vecinos y comerciantes están hartos de que cada vez que llueva se produzcan episodios similares, no necesariamente con las aceras llenas de heces, pero sí con las calles inunadas, porquería flotando en los alredores de los comercios, dificultades para que el tráfico funcione con normalidad, vertidos de fecales y otra serie de efectos colaterales que vienen siendo habituales.