Los asistentes disfrutaron de una jornada que les sirvió para recordar anécdotas pasadas. | MARCELO SASTRE

Ayer se celebró una fiesta para los mayores del pueblo de Sant Carles, enmarcada dentro de sus fiestas patronales que se iniciaron el pasado 14 de octubre y que finalizarán el próximo 3 de noviembre.

La jornada se inició a las 11.00 horas con una misa solemne de Tots Sants con el Coro Parroquial de Sant Carles y la asistencia de mayores y autoridades y fue celebrada por el mossènyer Antoni Ferrer.

A continuación, a las 12.00 horas, empezó el XXXVII homenaje a los mayores de 80 años en la plaza de la iglesia. Tan solo media hora después, actuó la Colla de Sant Carles de Peralta; seguidamente hubo bebidas y orelletes para todos y a los mayores se les regaló una ensaimada. Finalmente, a las 14.00 horas se les ofreció una comida en el Restaurante Cala LLenya.

El alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, comentó a Periódico de Ibiza y Formentera que «esta fiesta era entrañable y se la merecían todos los mayores que eran la memoria viva del pueblo, que habían trabajado mucho para que Sant Carles fuera lo que era hoy en día».
Por su parte, el concejal de Deportes, Salvador Losa, comentó que «había alrededor de 300 mayores de más de ochenta años, la persona más longeva es Eulària Marí Marí nacida en 1921, después Francisca Juan Juan también de 1921 y el hombre con más edad es Pep Ferrer Colomar, nacido en 1922».

Alguno de los mayores recordó lo que era Sant Carles antes y en lo que se había convertido ahora. «Ha mejorado mucho», dijo, mientras otro apuntó que «cuando hice la primea comunión solo había dos casas, entonces era un lugar muy tranquilo donde se dejaban las puertas abiertas y nadie entraba».

Una fiesta en la que los homenajeados lo pasaron en grande y recordaron vivencias en torno al pueblo. Mariano Torres, uno de los mayores del pueblo, ya que tiene 82 años, declaró que le gustaba «mucho la fiesta» y que cuando él era pequeño «no se realizaban estos homenajes». Además, añadió que «había llegado mucha gente de fuera que se había integrado muy bien». Es el caso de Olga Colominas, de 81 años, que llegó a Ibiza desde Cataluña en el año 1971 y, desde entonces, vive aquí y se lleva «muy bien con todos los vecinos ibicencos y con los que vienen de otros lugares como Alemania u Holanda».

Vicent Marí, de 80 años, y su esposa Catalina Marí, de 82 años, comentaron que «Sant Carles era un pueblo en donde se vivía muy bien y que había mejorado mucho desde hacía varios años». Por su parte, María Martínez , de 80 años, señaló que «el pueblo había crecido mucho en unos años y que cuando hizo la primea comunión solo había dos casas, entonces era un lugar muy tranquilo en donde se dejaban las puertas abiertas y nadie entraba». Para Pep Ferrer, de 87 años, la receta de la longevidad es «cuidarse mucho».

«Me gustan mucho las fiestas porque me distraen», señaló Ferrer, quien explicó que se dedicaba cal ampo y «cuando vino el turismo todo cambió y se pasó a la hostelería y ahora, de mayor, he vuelto al campo».

El festivo día se desarrolló de manera jovial y entretenida en el que disfrutaron mayores, familiares y amigos.