Los trabajadores de la empresa Aranzadi empezaron ayer la exhumación del cementerio no católico. | DANIEL ESPINOSA

La Conselleria de Cultura, Participació i Esports inició este lunes los trabajos para la exhumación de la fosa del Cementeri Vell de Ibiza, en Ses Figueretes, la octava que acomete el Govern balear esta legislatura desde la aprobación de la Ley 10/2016, de 13 de junio, para la recuperación de personas desaparecidas durante la Guerra Civil y el Franquismo. Ésta es la segunda exhumación en las Pitiusas, después de la que se realizó hace justo un año en Sant Ferran (Formentera).

Así, durante las dos próximas semanas el equipo de Sociedad Aranzadi ejecutará el Plan de Actuación de fosas que trabajará en la exhumación, según explicó la arqueóloga Almudena García. Por testimonios orales se sabe que hubo enterramientos en el pasillo central que da entrada al cementerio así como en la zona del cementerio no católico. Debido a que el cementerio ha estado en uso hasta la actualidad hay zonas en las que no se realizarán sondeos. Mientras que en la zona de la entrada principal se harán excavaciones pequeñas que se ampliarán o no en función de lo que se encuentre, en la zona del cementerio no católico se realizarán ampliamente. El cementerio no católico es, según los testimonios, el principal lugar donde encontrar restos de huesos de las víctimas de la represión franquista, pero también se supone que con la reutilización y reformas posteriores podrían haberse trasladado al osario. Situado ante la antigua puerta que comunicaba este espacio directamente con el exterior en la esquina norte del cementerio, estuvo en uso hasta los años setenta, tiene dos filas de sepulturas señalizadas con un pasillo en medio donde no hay entierros y que es donde se practicará la intervención arqueológica. Las fosas comunes laterales son dos explanadas rectangulares situadas en los lados del pasillo central. La intensa ocupación y reutilización del lugar podría haber provocado también el traslado de huesos al osario.

Se cree que existen unas 75 personas enterradas en las fosas comunes del cementerio viejo, aunque hay familiares de represaliados por el franquismo que aseguran que son más de 400 las víctimas enterradas. La mayoría de los asesinatos ejecutados en la tapia del cementerio fueron ejecuciones individuales pero también se tiene constancia de cinco asesinatos colectivos, entre el 23 de septiembre y el 24 de noviembre de 1936. Sin embargo, los fusilamientos continuaron hasta el 6 de junio de 1937, excepto tres personas que fueron ejecutadas en 1938. En el pasillo central es donde se prevé la posibilidad de hallazgos ya que de allí se tiene constancia que fue recuperado al poco tiempo de ser asesinado, el 3 de noviembre de 1936, el cuerpo de Miquel Tur Roig. Con él, tres hombres más también fueron ejecutados.

Fanny Tur, consellera de Cultura del Govern, declaró que encontrar a las víctimas de la Guerra Civil es una de las prioridades del Ejecutivo balear. «Actuaríamos de la misma manera si se tratara de víctimas del bando nacional, pero en las fosas comunes que tenemos documentadas únicamente hay víctimas de la represión franquista», matizó Tur, quien agradeció el trabajo de documentación e investigación por la memoria histórica realizado por las asociaciones de Ibiza y Formentera.

La consellera Tur estuvo acompañada de Joan Ribas, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Vila, Juanjo Hinojo, concejal de Movilidad y Cementerios, Aitor Morrás, diputado en el Parlament y Luis Ruiz, presidente del Fórum de la Memoria Histórica de Ibiza y Formentera. En este sentido, Ribas mostró el apoyo del Ayuntamiento de Vila al Govern «en todo lo que sea necesario» para que el proceso se realice «con total normalidad en un Estado democrático como el nuestro». «Hay muchas familias ibicencas que por fin tendrán una reparación moral de todo el daño que han sufrido durante tantos años», subrayó Ribas. Desde el Fórum de la Memoria también esperan que la actuación sirva como «reparación moral» a las víctimas. «Abrimos fosas para cerrar heridas», declaró Ruiz.

Catalina Tur es una de los familiares de represaliados. En estas fosas yace Vicent Tur Torres, su bisabuelo y Miquel Tur Roig, su abuelo. Vicent Tur cofundó el primer sindicato obrero marítimo-terrestre en 1903, relató Catalina durante la mañana de ayer. «Cuando le mataron ya era mayor y estaba fuera de la política pero la militancia se le volvió a encender en 1936», explicó Catalina, con el golpe de estado contra la Segunda República y el estallido de la Guerra Civil Española. Para ella, ayer fue un día muy importante. «No es lógico que quienes defendieron la libertad estén enterrados o escondidos en fosas como perros», aseguró Catalina, para quien la exhumación permitirá cerrar unas heridas que continúan abiertas más de cuatro décadas después del final del franquismo.