Una de las imágenes de la manifestación del pasado mes de octubre por parte del colectivo de camareras de piso de los hoteles para reclamar que se contrate más personal para lograr así una reducción de su carga de trabajo. | DANIEL ESPINOSA - Archivo

Representantes del colectivo de camareras de pisos de Ibiza y Formentera se reunieron el pasado 12 de noviembre con la patronal Fehif. Un encuentro en el que trasladaron al representante de la patronal sus peticiones. «Decir que la reunión fue decepcionante ya que para cualquiera de las cuestiones trasladadas por nosotras no había forma de poder hacer nada desde su organización, según el señor Sendino», explica Milagros Carreño, portavoz de las Kellys de Ibiza y Formentera. «Todo quedaba en Mallorca o en Madrid y en las correspondientes mesas de negociación», precisó. Carreño afirma que la petición de más inspectores no fue atendida. «Parece ser que en Ibiza todo está controlado, no hay nada fuera de la legalidad y no le consta que se produzcan en el seno de su organización (425 establecimientos con más de 62.000 plazas en las Pitiüses) ningún tipo de irregularidad o incumplimiento en normativa laboral o de seguridad laboral. Todo el mundo cumple con las ocho horas de trabajo y los dos días de descanso que marca el convenio», prosiguió Carreño, quien lamentó que «ninguna de las propuestas que le trasladamos le arrancamos el compromiso que desde su organización pudiesen interceder para mejorar el trabajo diario de las camareras de pisos». La portavoz de las Kellys afirmó que es «obvio» que los hoteleros pueden intervenir en la regulación de la carga de trabajo. «Los ritmos infernales que tenemos que soportar, así como el trato recibido por alguno de los cargos intermedios, deja mucho que desear», lamentó la representante de este colectivo profesional.