En la recta final de la campaña de exhumación de los represaliados por el franquismo en el Cementeri Vell de Vila se han encontrado los primeros dos cuerpos, al parecer de dos varones. «Han aparecido dos cuerpos, uno prácticamente completo y el otro representado sólo por el cráneo y la mandíbula. Parecen dos varones, pero se tendrá que confirmar en el laboratorio, que fueron enterrados a la vez, boca arriba, sin ataúd, y ambos presentan en el cráneo signos de trauma perimortem, es decir, orificios de entrada y salida compatibles con el paso de proyecto por arma de fuego, lo que nos indica que son del grupo de víctimas que estamos buscando», señaló ayer la arqueóloga y antropóloga forense Almudena García–Rubio, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y directora de la excavación en el Cementeri Vell de Vila.

Estos restos han aparecido en la esquina superior derecha de la zona de sepulturas bajo tierra situada a la izquierda de la entrada al camposanto, donde también se está llevando a cabo otro sondeo que, de momento, no ha dado resultados, como en la zona de enterramientos no católicos y en el pasillo central. Un lugar en el que se ha excavado por indicación de familiares que se han acercado estos últimos días al cementerio. «El siguiente paso ya es el estudio de laboratorio de los restos que hemos encontrado. Nos quedan unos días más de trabajo, tenemos otra zona abierta y vamos a terminarla. Tenemos indicios para pensar dónde podría haber más víctimas pero en esta campaña no podemos hacer más», destacó García–Rubio.

Los restos se han hallado a una profundidad de 1,06 metros en relación al suelo actual, pero fueron enterrados a menos de medio metro bajo el suelo que se pisaba en 1936.

Difícil identificación

No obstante, la identificación de estos dos cuerpos, que se encontraron la tarde del martes, no será fácil. «Es posible porque hay familias y restos óseos pero es difícil porque hay pocas familias y buscábamos a más de 70 víctimas», explicó la directora de las excavaciones.

Otro de los hallazgos ha sido un casquillo de fusil Mauser Español que, no obstante, no se puede relacionar con los restos óseos encontrados porque se encontró en el montón de tierra extraída de los dos sondeos en esta parte del cementerio, «pero es una evidencia más», señaló García–Rubio. El casquillo cuenta en la parte de atrás con la inscripción ‘PS 1934’, las iniciales de Pirotécnica Sevillana y su año de fabricación.

La consellera balear de Cultura, Fanny Tur, avanzó que el Govern está dispuesto a financiar una segunda campaña de excavaciones en el Cementeri Vell y mostró su satisfacción por el hallazgo. «Que aparecieran el 20 de noviembre lo interpreté como un acto de justicia poética. Aunque sea 80 años tarde hemos encontrado algunas de las personas que fueron represaliadas, asesinadas y mal enterradas en las fosas comunes de este cementerio, como en muchas otras que aún hay en Balears. Trabajamos para restituir la memoria y el recuerdo de muchas personas que murieron por la democracia y para dejar a la juventud un país más decente, porque una democracia que tiene fosas comunes es muy deficiente», señaló Tur.

Por otro lado, el presidente del Fòrum per la Memòria, Luis Ruiz, indicó que «ahora estamos satisfechos porque hemos aguantado días de trabajo y lluvia y en las zonas en las que teníamos más expectativas no salieron las cosas como pensábamos».