Investigan si la sangre hallada en una casa son de Nuria Ester Escalante. | Paco S. Pérez

El desvencijado taller de tractores ubicado en la entrada de Sant Antoni, reconvertido desde hace unos años en una ‘multivivienda okupa’, es uno de los puntos calientes en la investigación del caso Nuria Ester Escalante, la mujer de 52 años desaparecida desde hace 28 días en Ibiza.

En uno de los habitáculos habilitados en el inmueble, Nuria Ester se alojó durante unos días en compañía de Cristian, uno de los cuatro hombres que el lunes fueron detenidos por la Guardia Civil como sospechosos por la desaparición «no voluntaria» de la mujer que llegó a mediados de octubre desde Alicante para buscar trabajo en la isla.

Foto: Marcelo Sastre.

Nuria Ester había llegado hasta ese punto recomendada por otro de los detenidos, un uruguayo conocido como ‘Charli’, que había residido en el lugar hasta que dejó su habitación a Cristian, de nacionalidad italiana.

Las pesquisas llevadas a cabo por los agentes de criminalística y de la policía judicial, y las pruebas recabadas en el interior de la pequeña habitación, fueron determinantes para que la investigación «diese un giro radical» hace dos semanas.

Tras recomponer los últimos movimientos de Nuria Ester y entrevistar al entorno de amistades de la mujer en la isla, la Guardia Civil aceleró el lunes la investigación y los registros, una jornada maratoniana que se saldó al final de la noche con las detenciones de cuatro hombres de entre 45 y 60 años: ‘Charli’, de nacionalidad uruguaya, el italiano Cristian, un hombre de nacionalidad argentina y un polaco.

Foto: Marcelo Sastre.

Todos los implicados habían pasado en algún momento por las paredes del desguazado taller de tractores y maquinaria agrícola, ubicado a unos quinientos metros del retén de la Policía Local de Sant Antoni y a poco más de un kilómetro del cuartel de la Guardia Civil en ses Païsses.

Dos de ellos, ‘Charli’ y Cristian, habían ocupado la habitación donde se alojó durante unos días Nuria Ester y en la que la mujer dejó sus pertenencias con la intención de regresar a por ellas.

Rastro de sangre

«El lunes llegamos a la casa y había agentes por todos lados. Estuvieron casi todo el día inspeccionando la habitación de Cristian y mirando en el pozo. Cuando nos enteramos que buscaban a la mujer nos quedamos bastante tocados», señalaba ayer a Periódico de Ibiza y Formentera Yasmin, el hombre que ocupa la sala principal del inmueble okupado y cuya puerta y paredes tocan al habitáculo donde quedó abandonado el equipaje de Nuria Ester Escalante.

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«La mujer llegó un día con ‘Charli’ y se quedó durante unos días con Cristian. Luego ya no la volvimos a ver», apuntó el hombre que subrayaba no entender el destino de la mujer desaparecida desde hace 28 años.

Ayer, cuando todavía no habían pasado ni 48 horas desde la detención de Cristian, la habitación a la que se accede tras superar el umbral de una puerta en la que figura la leyenda «peligro de muerte» ya había sido ocupada por otro individuo.

Foto: Marcelo Sastre.

Yasmín subraya que, desde hace años, por allí han ido pasando numerosas personas y confía en que el caso de Nuria Ester se resuelva pronto. Al cierre de esta edición, las inspecciones y registros realizados por el despliegue movilizado por la Guardia Civil no habían dado resultado. «Desde hace unos días tenemos claro cuál ha sido el destino de mi madre, ahora solo queremos que la localicen», apuntó a este medio Aarón Berenguer, uno de los hijos de Nuria Ester. Hace dos semanas, Aarón estuvo durante unos días en la isla para seguir cualquier pista sobre el rastro de su madre. Ahora, el joven se encuentra en Alicante pendiente de la investigación y solo espera que «encuentren cuanto antes» a su madre y que «se haga justicia».

Los restos de sangre hallados por los agentes en ese punto son cotejados con las muestras de ADN recogidas por los agentes a Aarón Berenguer. Es el rastro que la investigación sigue para esclarecer la violenta desaparición, reconstruir los últimos movimientos de la mujer en la isla y localizar a Nuria Ester.

Disposición judicial

Los cuatro hombres detenidos ya han pasado tres noches en los calabozos de las dependencias de la Guardia Civil y serán puestos a disposición del juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza, que se encarga del caso que está bajo secreto de sumario.

Durante la jornada de ayer los agentes continuaron con los interrogatorios de los detenidos y revisando grabaciones de cámaras de seguridad de puntos de Sant Antoni para buscar alguna prueba sobre el posible paradero de la mujer desaparecida desde el pasado 31 de octubre.

Nuria Ester Escalante, de 52 años y vecina de Alicante, había trabajado varias temporadas en la isla como vigilante de seguridad. A mediados de octubre aterrizó nuevamente en Ibiza para buscar trabajo, relató el hijo de la mujer.

Aarón y su madre mantenían contacto telefónico a diario hasta finales de octubre, concretamente hasta el día 31. «A partir de ese día le llamábamos y el teléfono estaba apagado o fuera de cobertura. Sabíamos que algo no iba bien y por eso contacté con la Guardia Civil». Aarón informó en un primer momento en el cuartel alicantino de Sant Joan.

Días después se trasladaba a la isla para buscar sobre el terreno a su madre. Un hombre que había visto el cartel de alerta le comunicó que su madre había estado en una casa a la entrada de Sant Antoni y que allí había dejado su maleta, un inmueble por donde pasó Nuria Ester y también los cuatro hombres ahora detenidos por su desaparición.