Ibiza y Formentera se han quedado fuera de las inversiones del Estado para zonas turísticas maduras porque «no tienen ninguna declarada». Así lo explicaron ayer fuentes del Govern balear quienes señalaron a los ayuntamientos y consells como responsables de la situación. Y es que las Pitiusas son las únicas que no van a recibir nada de los 57 millones de euros que el Govern ha pedido para llevar a cabo inversiones en zonas maduras con el fin de mejorar su competitividad.

«No hay ninguna propuesta encima de la mesa, ni de Ibiza ni de Formentera, porque sino se hubieran aceptado», matizaron desde el Govern. En este sentido, indicaron que primero es el ayuntamiento del municipio interesado quien debe hacer la petición al Consell y será este quien le traslade la demanda al Govern. «No nos consta ninguna petición al respecto durante esta legislatura», recalcaron.

Concretamente, desde el Ejecutivo balear reconocieron que, en el caso de Formentera, el propio Consell había rechazado optar a estas subvenciones. «En Formentera no lo pidieron para es Pujols, que podría haber sido posible por los años y las condiciones, pero no lo hicieron en su día porque no querían dar permiso a que los hoteles crecieran en plantas», concretaron.

De hecho, fue Alejandra Ferrer, consellera de Turisme, quien confirmó estas declaraciones. ««Cuando se aprobó, en la pasada legislatura, la nueva ley turística con el conseller Delgado, la ley preveía que las zonas declaradas como maduras podían provocar un crecimiento que a nuestro parecer era desmesurado en Formentera. Por eso quedamos fuera de este convenio con el Estado».

Sin embargo, en el caso de Ibiza no conocen el motivo. «El Consell d’Eivissa no nos trasladó nada, aunque ya conocían estas ayudas. Ellos tienen un Plan Estratégico para apoyar la zona madura de Sant Antoni, que es del Ayuntamiento, pero el Consell lo apoya», especificaron.

Asimismo, desde el Govern recordaron que al conocer que el Ministerio de Turismo había dado ayudas a zonas turísticas maduras de otras comunidades autónomas «queríamos aprovechar y pedir el mismo trato para Balears y por eso las propuestas de los convenios que hemos presentado».

Las subvenciones se repartirán entre Mallorca y Menorca, que son las islas que presentaron la documentación requerida para poder justificar que están dentro del ámbito de zona turística madura. Así, las zonas de Mallorca han presentado el estudio de la edificación turística de alojamiento, de no alojamiento, residencial, de equipamientos, comercial, un estudio de movilidad y transporte público, de ruido, de consumo de agua y materiales, sobre impacto climático, biodiversidad, presión humana y paisaje, de desestacionalización y de nuevas tecnologías.

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En esta línea, el Ejecutivo balear dijo que «puede ser que en Ibiza no lo hayan presentado porque es una gran inversión de tiempo para los pocos resultados que ha habido, en los últimos años, al respecto».

«Inquietud» en Sant Antoni

Sin embargo, una de las posibles zonas de la isla que podrían haber salido beneficiadas de estas ayudas no entiende por qué no pueden beneficiarse. Es el caso del Ayuntamiento de Sant Antoni. Según fuentes municipales, su alcalde pudo hablar ayer telefónicamente con Bel Oliver, secretaria de Estado de Turisme, para transmitirle su «inquietud».

«Sant Antoni es un municipio inmerso en un cambio de modelo y ha sido excluido de las ayudas para destinos turísticos maduros», expresaron. Aún así, «Oliver ha tranquilizado al alcalde y le ha asegurado que, en el momento en el que haya disponibilidad económica para estas ayudas, Sant Antoni las recibirá como otros destinos de Balears con estas características», concluyeron.

El presidente del Consell, Vicent Torres, no entró en detalles y señaló que «la consellera ha ido a tratar proyectos viejos que ya tienen en Mallorca». Torres recordó que «tenemos 25 millones para el Parador de Ibiza, que se pondrá en marcha ahora, y esperamos que tengan presupuesto para incentivar Sant Antoni y Platja d’en Bossa, que es donde tenemos más inversión».

Por su parte, Vicent Torres ‘Benet’, director insular de Turisme, indicó que desde el Consell se está trabajando en ello. «Por lo que respecta a Sant Antoni, firmamos un convenio con ellos para el proyecto que va encaminado a cambiar su modelo turístico. Es un proyecto que ya está hablado con la secretaria de Estado en Balears y, en el momento en el que el presupuesto esté aprobado, lo formularemos ante la secretaría para recibir ayuda.

También tenemos Platja d’en Bossa, que estamos trabajando con un proyecto de mejora; todavía estamos en una fase muy embrionaria y aún no se ha podido presentar ante la secretaría de Estado porque no están en fase de presentación», recalcó ‘Benet’.

Aún así, las intenciones del Consell no gustan a la oposición. «Torres lo que hace es bajar la cabeza ante Armengol, ante los secesionistas mallorquines que desprecian a las islas como Ibiza y Formentera. Con este caso, hablando de zonas maduras, en Ibiza tenemos un problema; tenemos un problema en Platja d’en Bossa, Cala de Bou, Sant Antoni, Es Canar, Cala Llonga, es decir, tenemos un problema en las diferentes zonas turísticas de Ibiza que pueden considerarse maduras ya que el desarrollo turístico comenzó entre los 70 y 80, que es una de las consideraciones de las zonas maduras», espetó el popular Vicent Roig.