Un campesino labrando el campo con su tractor. | Toni Escobar

Los campesinos de Ibiza no podrán ofertar agroestancias en sus explotaciones agrarias hasta que no se dé de baja alguna plaza turística.

El pasado mes de mayo la Comisión de Ordenación Turística del Consell d’Eivissa, un órgano formado por todos los partidos, empresarios, sindicatos y ayuntamientos, aprobó crear una nueva bolsa de plazas turísticas para todo tipo de oferta turística, desde hoteles, apartamentos y, sobre todo, viviendas turísticas, que hasta entonces no estaban sujetas a ningún límite, por lo que cualquier nueva plaza hotelera que se cree en Ibiza se tiene que comprar en esta bolsa, que nació con cero plazas.

El precio de estas plazas turísticas en Ibiza es de 4.200 euros pero se prevé que el precio de plazas para las agroestancias sea menor.

El Proyecto de Ley Agraria que ahora está en proceso de enmiendas posibilita que los payeses profesionales ofrezcan agroestancias en sus explotaciones como actividad complementaria. Entre las modificaciones que se introducirán figura la posibilidad de ofrecer estas agroestancias durante todo el año y no sólo seis meses, como estaba fijado en un principio, y la posibilidad de que los campesinos puedan ofrecer servicios complementarios como el de desayuno y los turistas no tengan que desplazarse de la explotación agraria para almorzar.

Lo que no han conseguido las asociaciones agrarias es aumentar el número máximo de plazas por explotación, que seguirá siendo de seis.

La Federación Hotelera de Ibiza y Formentera se unió a las alegaciones que en su momento presentaron los hoteleros mallorquines, que consideran que las agroestancias son ilegales y que cualquier actividad turística en viviendas «debe ser prohibida en el suelo rústico». Los hoteleros pidieron que si el sector agrario quiere dedicarse a la actividad turística y residencial, que se le aplique toda la normativa en vigor y no se utilice el campo para una actividad que no le es propia. Es decir, que si se hace, los propietarios compren las plazas turísticas como el resto de operadores y se ciñan a las limitaciones que rigen para el resto.