Vídeo | Belén viviente de Vila protagonizado por los niños de la Consolación | TEF

La ciudad de Ibiza ya puede presumir de tener un belén viviente al nivel de otros lugares emblemáticos de la península como Báscara en Girona, Alcanadre en La Rioja, Arcos de la Frontera en Cádiz, Buitrago del Lozoya en Madrid, Santillana del Mar en Cantabria, Guijo de Galisteo en Cáceres o Cabezón de Pisuerga en Valladolid.

La culpa de ello la tienen el cerca de medio millar de estudiantes del colegio Nuestra Señora de la Consolación de Vila que en tan sólo cuatro años han conseguido llenar de vida el popular barrio de la Marina, desierto cuando acaba la temporada estival. Su belén viviente ha adquirido tal importancia en la Navidad de la ciudad que este año la Asociación de Vecinos del barrio de la Marina y el ayuntamiento de Vila ha colaborado intensamente en su organización cediendo la institución, entre otras cosas, buena parte del vestuario. Incluso, a pesar de sus convicciones religiosas, el alcalde Rafa Ruiz se animó a pasear por el belén y a cortar la cinta de la inauguración.

El esfuerzo de los estudiantes y de todo el equipo educativo del colegio merecía tal presencia. Una vez más han vuelto a participar de alguna manera prácticamente todos los estudiantes del colegio, desde los más pequeños de 3 años de 4º de Primaria hasta los de 1º de Bachillerato. Sólo se quedan fuera, como es ya tradición los de 2º de Bachillerato, centrados en preparar sus exámenes de Selectividad.

La Marina se convirtió en Belén

Además si ese despliegue de personal fuera poco para su cuarta edición el colegio Nuestra Señora de la Consolación dió un importante salto cualitativo. En sus tres años anteriores el belén viviente se había limitado a instalarse en el interior del centro y en sus calles adyacentes, llegando a la calle Vía Púnica y al Parque Reina Sofía, pero ayer se extendió por buena parte del barrio de la Marina.

Comenzaba en el inicio de la calle Anibal, conocida popularmente como la Calle de las Farmacias y llegaba hasta el Mercat Vell, Sa Plaça de Sa Font, la calle de Sa Xeringa, la cuesta del Rastrillo y el Portal de Ses Taules.

Todas estas calles se convirtieron en un tremendo escenario repleto de niños recreando diferentes escenas de la época en la que la Virgen María y San José dieron a luz a Jesús. El improvisado portal en el que se produjo el feliz nacimiento estaba instalado justo en el Portal de Ses Taules pero también eran fácilmente identificables el Mercado de Salomón – en el Mercat Vell – donde trabajaban los estudiantes el 4º de ESO, decenas de artesanos, pastores, agricultores, ganaderos, pescadores o artesanos o la legión romana Leg.XXI Consolatio, compuesta por estudiantes de 2º de ESO que se construyeron ellos los trajes y llevaban varios días ensayando sus desfiles por las calles.

Incluso, y con unos días de adelanto a lo que marca la tradición cristiana, hicieron acto de presencia sus majestades de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar para presentar sus respetos al niño Jesús.

Músicas y bailes de todo tipo

Además, durante todos estos habitantes de este belén viviente organizaron una serie de actividades complementarias. Así, por ejemplo no faltó la exhibición de ball pagès a cargo de un grupo de estudiantes del colegio y «porque las tradiciones ibicencas no se pueden perder nunca», o las canciones y bailes preparados para la ocasión.

En un escenario montado por el Ayuntamiento al lado de la joyería Pomar algunos alumnos hicieron un pequeño concierto con villancicos tradicionales «de los de toda la vida» mientras que en la zona del pesebre fueron más atrevidos. Los pastores, artesanos y demás personal allí congregado mostraron su alegría por la buena nueva al ritmo de rap, rock y canciones bastante más actuales.

Según explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera Marisa Roig, Directora pedagógica del colegio Nuestra Señora de la Consolación, la intención es que este belén viviente siga creciendo año tras año. Incluso, hoy jueves hay una nueva oportunidad para disfrutarlo, desde las 10.30 hasta las 13.30 horas.

Además confirmó que tiene muchos beneficios tanto para el barrio como para los propios estudiantes y que sus principales objetivos cuando se puso en marcha hace cuatro años «siguen intactos y más vigentes que nunca»: Fomentar las tradiciones cristianas arraigadas en nuestra cultura y nuestra ciudad, fomentar el trabajo cooperativo entre todo el alumnado de la escuela, implicar a todo el alumnado de la escuela con la vida del barrio, conocer la Marina, sus comercios y sus hábitats, recrear los diferentes momentos de la historia del nacimiento de Jesús y dar a conocer cómo se celebraba antiguamente la Navidad en Ibiza.